Lo reconozco sin complejos: esto es puro autobombo. Acabo de terminar el rodaje de un corto titulado Making of y sí, es un corto y es un making of, o "así se hizo" como se dice en castizo. Mis lectores asiduos (si es que tengo alguno) sabrán que el metacine y la mezcla de realismo y ficción son temas que me interesan.
Es la última producción de este pequeño grupo modesto pero muy inquieto que formamos Sacrilegio Films, donde más de un precrítico está implicado directamente en el tema, aunque no desenmascararé a nadie. Hemos podido contar con dos jóvenes actores muy prometedores, Loreto Mauleón y Asier Oruesagasti, que hace poco han presentado en el festival de San Sebastián La máquina de pintar nubes, en su momento Precriticas entrevistó a sus directores. Aunque jóvenes, estos dos actores tienen ya experiencia en la televisión vasca. Completa el reparto principal mi viejo compañero Juankar Manterola, que sin ser profesional (aún) lo hace verdaderamente bien, no es peloteo. Aunque aún falta toda la postproducción, os voy a dejar a continuación, un pequeño avance. Una mezcla entre teaser, falso trailer y making of del corto, que pretende transmitir su esencia. Y después un pequeño experimento, así que seguid leyendo.
Y el experimento que propongo es un ejercicio de autocrítica. O mejor, de autoprecrítica, pues el corto todavía no está hecho. Así que os dejo la precrítica de mi propio proyecto, aunque no prometo ser imparcial, pero sí prometo ser fiel a mi estilo. Por lo demás, me despido, podéis ver más sobre el rodaje (fotos y agradecimientos) aquí.
Making Making
No es nuevo, si atendemos a las tendencias de la última década, de hecho, me atrevería a decir que llega en un momento tardío, quizá al final de una época. El último trabajo de Iñaki Ortiz nos habla de metacine en clave de falsa realidad, mezclando diferentes texturas de video y estilos. Ni siquiera es nuevo dentro de esta productora, Sacrilegio Films, pues la creación cinematográfica como tema ya aparecía en Enarmonía, el dinámico trabajo de David R. Losada, aunque aquí se quiere ir más lejos aún, implicando la forma en su narración.
Mucho me temo que este modesto corto se va a quedar en un camino demasiado intermedio entre la intención intelectual y la pura comercialidad, quizá mostrando así cierta inseguridad de un director primerizo. Por otro lado, creo que puede ofrecer algunos elementos interesantes, un cierto punto de originalidad y pequeños derroches de género.
Espero una fotografía trabajada, por las imágenes que ya he podido ver, un gran trabajo de la directora de fotografía, Irene Ortiz, que aunque comparte apellido con el director, no así parentesco. Ayudarán las escalofriantes localizaciones de Tabakalera, en San Sebastián.
Entre las influencias que admite el director destaca especialmente la de la película H Story de Nobuhiro Suwa, una de las más importantes presentaciones del metacine a nivel técnico, aunque también todo el cine heredero de Blair Witch Project (lo último en este sentido puede ser Paranormal Activity, ahora en cines), Epidemic o el cine Dogma en general. Un batiburrillo demasiado contrastado, del que el director podrá captar las virtudes que son muchas pero también podrá caer en muchos de sus defectos: pretenciosidad, dejadez y lo peor de todo, a veces aburrimiento. Confiemos en que este corto, no tan corto, no se pierda en el tedio.