La Berlinale de verdad arrancó el viernes con la proyección de dos de las películas más esperadas de este año: El buen alemán y I'm a cyborg but that's O.K.
La primera de las cintas no gustó y recibió más abucheos que aplausos tras una proyección a la que no acudió su director Steven Soderbergh.
La segunda de las cintas ha despertado encontradas opiniones, ya que algunos de los críticos convencionales desplazados a la gélida capital germana les ha parecido decepcionante, y a otros que ha hecho las delicias.
Por último, la cinta brasileña El año que mis padres se fueron de viaje ha gustado, y mucho, consiguiendo muchos adeptos tras su proyección.