Sexta parada, y nos vamos al desierto. Lo hacemos con un momento mágico dirigido por la noble batuta de David Lean, que arranca la escena con una virguería inusual, y con la bellísima (como pocas) partitura de Maurice Jarre.
A partir de ahí Lean se lo toma con calma, con largos planos, porque sabe que tiene el desierto. Tiene la presencia altiva de Peter O'Toole. El orgullo inexpugnable de Omar Sharif. Y esa banda sonora que eleva el ánimo... Todos ellos son sinónimos de una palabra superior: AVENTURA.
Aquí tenéis a Lawrence de Arabia en plena travesía del desierto. Disfrutadlo.