Avanzo en mi particular serie de escenas predilectas señalando una secuencia que Gus Van Sant traza con hermosa precisión en una única toma, en la que juega con la iluminación de manera admirable en un espacio tan reducido como una ducha.
La escena en cuestión pertenece a Paranoid Park, film que he podido ver recientemente, dejándome guiar por la encendida (y acertada) recomendación de mi compañero Hypnos y sus precrítica y postcrítica de 5 estrellas. Una recomendación a la que me uno.
La escena en cuestión: