Uno nunca se cansa de ver falsos documentales, y mucho menos si se acercan al mundo paranormal, y por encima de todo si además están bien hechos. Como comentaba mi compañero precrítico Obi-Wan en su precrítica, se trata de una película made in Spain, con actores anglosajones, pero con germen nacional, y esto aporta interés y curiosidad que se agradece más cuando el resultado es óptimo.
En el guión se puede hasta intuir la presencia de Rodrigo Cortés (Concursante, Buried o Luces Rojas), y con ese aderezo no encuentro demasiados resquicios de error por ópera prima al tratar de ejercer ilusión en la ilusión, y es por ello que al final se cuece una película que seguir in crescendo con comodidad, interés y destreza de cámara en el número artículo aparte de la realización, la cámara subjetiva.
Emergo me ha hecho disfrutar, me ha atrapado y llevado en volandas sobre todo con la expectativa como premisa, jugando conmigo y los míos, mis pensamientos prejuiciosos, hasta soltarme en un final con sorpresa que puede jugar a comercial y filosófico en un mismo momento. Después de los minutos curiosos que pasan a ser atrayentes, que acaban por ser tensos, e inquietantes, y se transforman en pesadillescos, uno se queda conforme con Emergo.