Festival de San Sebastián > Ciclo Georges Franju
Aviso para navegantes, no es Nuits Rouges la mejor película de Georges Franju ni mucho menos. De hecho, es una de las peores. Eso sí, también es la más alocada y delirante, sin el más mínimo complejo y con el acelerador pisado a fondo para adelantar por la derecha a otra obra suya de enmascarados, Judex. Como en aquella, aquí el director vuelve a echar mano del folletín de enmascarados de tradición francesa, en clara consonancia con Fantomas o con el mismo Judex.
Disfraces, engaños, leyendas,
templarios, tesoros, los tejados nocturnos. Cualquier cosa que
pienses, relacionada con el crimen folletinesco francés del XIX,
está en la película, seguro. Y un poco de la televisión más
alocada de los 60, con misterios, armas, tecnología imposible, científicos malvados creando zombies; también. De hecho, después Franju convertiría la
película en una serie. Esta es su última incursión en la gran
pantalla.
Pero todo tiene un coste, y esta
sobredósis de homenajes al París folletinesco, hace que la película
se pase de vueltas desde el minuto uno. Por otro lado, es un
revoltijo sin orden ni concierto que tampoco tiene un valor artístico
palpable. Si en Judex había momentos de verdadera magia, y un
una interesante inspiración estética en el cine mudo francés; en
Nuits Rouges, sólo hay excesos y conglomerados, con muy pocos
valores estéticos, más allá de la representación de ciertos
iconos muy potentes. Esto hace que, aunque al principio sea una fiesta grotesca
muy divertida (con su culmen en el taxi), pronto termine cansando.
Eso sí, vale la pena echarlo un ojo para ver por dónde va.