"Será casualidad pero la semana en que aparece una copia pirata de Ocho apellidos vascos, su recaudación baja el 50%". ¿Cuántas veces habéis leído estos días esta aguda apreciación? Eso entre los blogueros en pijama, pero si vamos a periodistas de verdad como los de ABC, tenemos titulares más tajantes como "Ocho apellidos vascos se desploma en taquilla durante su primer fin de semana en top manta". La hecatombe, vaya. Remarca después que "reduce en más de un 50% su recaudación en cines". Suena terrible, la verdad. ¡Un 50%! El artículo aquí, pero, en todo caso, parto de este como podría partir de otro. Lo de "desplomarse" lo he leído en varios periódicos presuntamente serios.
Lo malo del periodismo es que normalmente no suele estar compuesto por genios de las matemáticas (que, oye, como en todo hay excepciones, claro). Vamos a hacer unos pequeños cálculos básicos de matemáticas de EGB (o lo que sea que estudie ahora la chavalería). Para ello, tomaré los propios datos de variaciones de taquilla que dan en el citado artículo.
Pero primero vamos a hacer un pequeño
paréntesis para explicar algo sencillo: si el número de
espectadores que baja semana tras semana una película se mantiene
constante, esto es, si pierde siempre el mismo número de
espectadores; el porcentaje de descenso no será constante, sino que
será cada vez mayor. ¿Sí? Un ejemplo tonto, imaginemos que tenemos
100 espectadores y cada semana perdemos siempre exactamente 20:
Semana 1: 100 espectadores.
Semana 2: 80 espectadores (-20) (-20%)
Semana 3: 60 espectadores (-20) (-25%)
Semana 4: 40 espectadores (-20) (-33%)
Semana 5: 20 espectadores (-20) (-50%)
Siempre se pierden 20 espectadores, una
caída constante, pero el porcentaje aumenta y cada vez más rápido.
Volvamos al caso concreto. Veníamos de
unas caídas de más del 20% en las dos semanas anteriores, y justo
antes había habido un repunte debido a la Semana Santa, que había
revitalizado la película, frenando la caída. Veamos el gráfico
completo (siempre fiándonos de los datos del artículo, que espero
que eso sí sea correcto):
Se ve claramente como la caída iniciada en la semana 3, se había vuelto más o menos constante en la semana 4, con un paréntesis festivo. La caída de la última semana apenas es algo más pronunciada que el resto. Lo cual, por otro lado, es natural en el proceso de una película. De hecho, lo extraño en el milagroso caso de Ocho apellidos vascos es que haya crecido en sus dos primeras semanas. Lo normal es decrecer, y decrecer cada vez con mayor velocidad. Cada vez más gente la ha visto y cada vez está en menos salas. Veamos la derivada de la función (lo siento, me he saltado la EGB), o para decirlo de una manera más sencilla, su variación de crecimiento:
El significado de esta gráfica se entiende así: los valores positivos son de crecimiento y los negativos de decrecimiento, cuanto menor sea el valor negativo, el decrecimiento es más pronunciado. Y sí, es cierto que la última semana supone un mínimo, pero muy cerca de los dos últimos mínimos, y en general la caída del crecimiento (la caída del crecimiento, repitamos y pensemos en el concepto enrevesado, no voy a ir a por la derivada segunda) ha sido mucho mayor desde el principio. Ved como iba cayendo hasta la semana santa. A que lo del 50% ya no suena tan fuerte.
En resumen: que es el proceso natural de cualquier película en cartel y que no se aprecia NADA que nos lleve a pensar que la piratería haya podido afectarle lo más mínimo. Se producen cambios mucho más bruscos debido a si es festivo (Semana Santa), a la competencia de cartelera, a si hace buen tiempo...
Eso sí, hemos tenido que aguantar artículos del alborotador antipiratería oficial de twitter, Oskar Belategui, encantado de que hablen mucho de él aunque casi siempre sea para corregirle, con titulares tan jugosos como "A la caza del pirata de Ocho apellidos vascos" (vedlo en su tweet), acrecentando la idea una vez más de que el gran problema del cine español es la piratería -ya comenté hace un tiempo mi opinión acerca de que la piratería NO es el problema del cine español también a cuenta de esta película- con la policía de por medio como si fuera una mala película americana de golpe al narcotráfico. Toda esta parafernalia apesta especialmente porque no nos deja centrarnos en algunos de los verdaderos problemas que tiene el cine: por ejemplo, que la semana pasada no se estrenara en la inmensa mayoría de nuestros cines una película taquillera y alabada por la crítica como Snowpiercer, por razones que nada tienen que ver con el espectador. De esto igual hablamos otro día.
Lo que está claro, es que Ocho apellidos vascos ha sido un taquillazo, de lo cual me alegro, y que España tiene un límite de espectadores. Mucho más no se puede hacer. Alguno me podrá sacar el dato del número de descargas de la película en tal página o tal otra. Sinceramente, después de 8 semanas y una sobredosis de información, ¿creéis que esa gente tenía alguna intención de pagar por ver la película?