¿Por qué Nolan debería rodar 'Blade Runner'?


20 de Agosto de 2011
por Iñaki Ortiz

Se habla de precuelas, secuelas, remake... quien sabe qué, de Blade Runner. Primero, hace ya unos meses, sonó el nombre de Christopher Nolan y ahora parece ya más seguro que sea el propio Ridley Scott (el director de la primera película), el que se encargue. De entrada, decir que Scott no debería rodarla, de hecho Scott a estas alturas no debería rodar cine, así en general, pero mucho menos estropear uno de los (pocos) pilares de su carrera. Dejando esto a un lado, y aunque parece ya poco posible, quiero argumentar mi defensa de un trabajo de Nolan en esta línea, defensa que en conversaciones en Twitter no he podido ampliar.

Blade Runner es una adaptación, como todo el mundo sabe, de una novela de Philip K. Dick de título casi burlesco ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Lo primero que quiero dejar claro con esto es que la película no es un material original y por lo tanto no es demasiado correcto hablar de remake, sino que se podría tratar de una nueva adaptación. ¿O es que Hamlet de Branagh es un remake? Después de puntualizaciones quisquillosas, pasemos a la novela. Blade Runner es una adaptación muy libre de la novela de Dick, pronto toman diferentes caminos. Es cierto que la película ha conseguido ser una obra muy superior al original, pero eso no quiere decir que en la novela no haya elementos muy interesantes que aún pueden ser explotados. No se trata de hacer otra vez Blade Runner, ni mucho menos de hacerla mejor, se trata de hacer otra adaptación diferente, otro punto de vista (y de eso Nolan sabe mucho).

No hay que adivinar demasiado para pensar que Nolan puede ser un admirador del escritor. Pensemos en otras novelas de Dick llevadas al cine (por no apartarnos de nuestro campo). Desafío total, la potentísima película de acción de Verhoeven se basa en un relato corto del escritor: Podemos recordarlo por usted al por mayor. Si obviamos los mamporros que reparte nuestro querido Arnold, la filosofía de la película de realidad vs sueño es, de forma evidente, la misma que impulsa la última película de Nolan, Origen. Si buscamos otra adaptación cinematográfica de Dick, Screamers (una película mejorable pero con elementos interesantes) basada en el relato corto Segunda Variedad, encontramos elementos más cercanos a los replicantes, pero sobre todo, se vuelve ahondar en la idea de la desconfianza en la realidad de uno mismo. Aunque Blade Runner comparte con esta la cuestión primordial del concepto de humanidad, deja un poco de lado el otro aspecto interesante -que sí está muy remarcado en la novela. Algunos detalles del montaje del director de Scott flirtean más con esta idea, pero con cierta distancia.

Nolan, con su demostrada obsesión sobre la identidad y la memoria, remarcada especialmente en Memento y Origen, podría tomar el proyecto de forma personal, llevándolo a su terreno y adaptando los aspectos que más le interesen. Independientemente de si es remake, secuela, precuela o simplemente otra historia dentro de ese universo, sería capaz de contarnos su propia versión de la dudosa identidad de los replicantes, y de sus recuerdos falsos. Seguramente generaría una estructura mucho más compleja, con más doblez (más cercana a la que tiene la novela). Además, podría continuar con esa imagen tan de cine negro, presente en el clásico cinematográfico así como en gran parte de la literatura de ciencia ficción moderna. Ya ha dado muestras en sus primeras películas de como domina el terreno.

Y por supuesto, Hanz Zimmer tomaría el relevo de Vaneglis.




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