Por qué os recomiendo 'The Rover'

Que yo sepa, a estas alturas The Rover, la nueva película de David Michôd (Animal Kingdom), sigue sin distribuidora en España. Curiosamente, en Estados Unidos la distribuye A24, compañía que ya se atrevió con un par de buenas pelis a las que, a pesar de estar encabezadas por actores bien conocidos, les costó encontrar salida en España: Enemy y Locke.

Inicialmente podría sorprender que una cinta protagonizada por el ídolo de las quinceañeras, Robert Pattinson, amado por ellas y odiado por muchos, no encuentre espacio en las salas de cualquier país, el que sea. Claro que, aquí, lo que encontramos es una suerte de western ambientado en una Australia post-apocalíptica, sucia, polvorienta, y en cuanto a él, a Pattinson, también encontramos a un actor sucio, polvoriento; en un rol muy alejado de los que le dieron fama y espacio en las carpetas de muchas colegialas.

Siendo justos, lleva ya un tiempo peleando por alejarse de esa imagen. De ahí, por ejemplo, vienen sus colaboraciones con David Cronenberg. Pero donde a mí por fin me ha convencido es aquí, en The Rover.

En medio de una película sequísima, desesperanzada y violenta, él representa precisamente el mensaje más contrario al de la fe: el de la imposibilidad de futuro, el de la inexistencia de un mañana para aquellos que todavía son de algún modo inocentes, casi infantes, en cierto sentido. Y lo hace bien. Tiene una escena final complicada en la que está muy cerca de pasarse de vueltas, de caer al otro lado de la fina línea, donde reside el ridículo. Pero qué coño, que le aguanta la apuesta sin problemas a su compañero de planos, Guy Pearce -un tipo con presencia, con voz, con arrestos, y para colmo, con un papel duro y digámoslo claro: para un actor como él, fácil.

No quiero entrar en detalles porque venía aquí con dos intenciones, y una de ellas es la de animaros a ver la película, como sea. Así que evitaré los spoilers. La otra es intentar hacer ruido (ahora el inocente soy yo), a ver si alguna distribuidora española se anima a hacerse con ella. Ojalá, y que así sea en los cines donde podáis verla.

También he de reconocer que no es una película fácil, y que en EE.UU. los números no han sido buenos. Es una película que deja poso, también lo dejo claro. Es como un puñetazo en la tripa, sin tonterías, cuando se ve; y el calambre que deja en la boca del estómago crece durante los días posteriores. Ahí vive el buen cine. Por eso creo que es una película que puede dar beneficios en su recorrido posterior, en los próximos meses; no deben asustar esas primeras malas jornadas en los cines norteamericanos.

The Rover es una cinta australiana que hereda de una compatriota, Mad Max, ese entorno desolado y polvoriento, ese futuro sin esperanza. A partir de ahí, poco tiene que ver con su prima hermana. Yo os la recomiendo. Y un ilustre, Quentin Tarantino, también. La ha elegido entre lo mejorcito que ha pasado en los últimos meses por la cartelera. Y aunque las recomendaciones de Tarantino no siempre pueden tomarse del todo en serio, esta vez comparto su entusiasmo.