¿Es Juan Carlos Fresnadillo un director comercial o personal? O quizá ambas cosas. Por un lado, tiene muy claro que quiere llegar al máximo posible de público. Su concepto es claro: cualquier película, sea especial o no, debe ser profundamente entretenida. Y asume que está más que dispuesto a realizar proyectos industriales que le ayuden a conseguir los recursos necesarios para hacer lo que quiere hacer. Por otro lado, y en concreto sobre esta película, asegura que parte del fondo del corazón. Al referirse a Intruders, en comparación con algún otro trabajo suyo, afirma claramente: esta es una de las mías. De hecho, nos cuenta a modo de confesión, que las vivencias del niño ante ciertos secretos familiares tienen una base casi autobiográfica sobre secretos perturbadores que le contó su madre, aunque claro, nos dice que el secreto no puede revelarlo. Lo que más miedo nos da, dice, es conocer el lado oscuro de la gente querida.
Está claro que la película trata
precisamente sobre los secretos y sobre los miedos que se encuentran
en el seno mismo de la familia, y Fresnadillo nos habla de ello en
repetidas ocasiones, recalcando que es el centro de lo que quería
contar, más allá de géneros y suspense. Nos dice que no considera
que su película sea de miedo sino que habla del miedo. Admite que
este aspecto de la familia tiene una dimensión Jodorowskiana,
como le propone un periodista. Dice comulgar mucho con sus ideas cree
hasta cierto punto en que el arte debe curar como decía Jodorwsky. Llegados a este punto me vuelvo
a preguntar, ¿es Fresnadillo un director comercial? Y qué decir
del hecho de que la mayor parte de la película se desarrolle en
Londres, con actores internacionales, ¿no es un ejemplo claro de
golpe de mercado? No parece serlo para el director, quien nos explica
las razones. Dice que con ello quiere dejar claro que los fantasmas
que tenemos nos persiguen allá donde vayamos, por lejos que
sea, y que tarde o temprano debemos enfrentarnos a ellos.
Además, el director que está convencido que uno no debe renunciar a
su origen y que está seguro de que su condición de español le
marca en sus películas, dice encontrar en este viaje, algo de
metáfora de su propia carrera como cineasta.
Curiosamente, a pesar de tener a tanta cara conocida de Hollywood, la mayoría de las preguntas van dirigidas al director, quizá como signo de que no se percibe esta película como un producto de pura exhibición sino como un elemento por derecho propio de la sección oficial. Pero algo intervienen también. Tanto Clive Owen como Carice Van Houten alaban los trabajos anteriores del director, ella llega a declararse fan. Al actor le interesa es que más que un film de suspense sea, según él una película psicológica. Considera que es muy ambicioso combinar tantos elementos y darle un peso emocional. La actriz está encantada con todo menos con una cosa, que cuando todo el equipo español se puso de parte de España en la final del mundial, Owen les apoyara (la actriz es holandesa y por eso bromea con ello). Por lo demás, asegura haber tenido una conexión muy personal con Fresnadillo, con quien dice que habló de cosas más transcendentes que la propia película.
Dice el director de sus dos principales
actores españoles, Pilar López de Ayala y Daniel Brühl,
que encarnan cierta imagen que tiene él de España. Ella a través
de la visceralidad, él por su contención. El actor explica que se
ha preparado con jesuitas para huir de ciertos tópicos en los que
temía caer. Un vez en la vida te toca hacer de cura, afirma.
Dice que estos jesuitas a los que tomó como referencia son gente que
cree, pero que tiene también una vena social, que quieren ayudar a
la gente.
Fresnadillo habla de sus fuentes y
explica que ha dado las gracias en los créditos al festival de
Sitges y a la Semana de terror de San Sebastián porque en ellos ha
visto muchos grandes títulos del género que más le interesa que es
el fantástico. Sobre El exorcista, de la que hay referencias
claras, dice que de joven la vio muchas veces pero que ahora ya casi
no puede terminarla. Lo paso mal con ella.
Personal o no, el hecho es que la
película ya se ha vendido en EEUU a pesar de que se estrenará sin
doblar, es decir, con algunas partes en las que se habla en
castellano, subtituladas. Continuará la carrera de éxito de Juan
Carlos Fresnadillo.