Polanski, en riguroso orden (I)

02 de Agosto de 2010
por Romulo

Durante los últimos meses, Roman Polanski ha sido noticia más por la reminiscencias de su pasado, tornado una vez más en doliente presente para él, que por su cine, representado ahora por su elegante regreso a las claves del thriller en El escritor. Puede congratularse el veterano creador (no solo director de cine, también de ópera o de teatro) por el final feliz de su último calvario, con la puesta en libertad y la oficialización de su no-extradición a los Estados Unidos.

Aprovecho esta turbia condición de "actualidad informativa", así como mi reciente visionado de varios de los títulos de su filmografía, para recurrir a ese juego tan del gusto de cinéfilos de toda clase: Las listas, caprichosamente enumeradas, de "más a menos", de "mejor a peor", de "la que más me gusta a la que menos".

No oculto mi predilección por la filmografía de Polanski, una querencia muy personal, pero con perfecta consciencia de los varios altibajos, de los resbalones, de los defectos tanto como de las virtudes. En atención a todo esto, me lanzo a detallar esta lista con todos los títulos de la filmografía del polaco, obviando -eso sí- los cortometrajes, así como su exquisito capítulo para la película de "episodios" Las más bellas estafas del mundo.

(Aclaro que, lógicamente, a la hora de comentar y analizar los motivos de cada elección, de cada aplauso o de cada reproche, es posible que desvele detalles de la trama de algunas de las películas, así que en caso de no haber visto alguna de ellas, recomiendo no leer o, cuando menos, ¡andarse con cuidado!)

#18 - ¿Qué?

Intentando mantenerme objetivo, sitúo esta cinta como la peor de la carrera de Polanski, si bien ni mucho menos es la que menos me gusta, desde un prisma ya puramente subjetivo. En cualquier caso, hay que entender que tras el dramático fallecimiento de Sharon Tate, pareja (embarazada) de Polanski, asesinada por Charles Mason y varios de los miembros de su secta; y el monumental fracaso de público de su Macbeth, Polanski prefirió afrontar este proyecto como un mero divertimento, en plena costa italiana: Una difusa relectura abiertamente erótica, plena de directísimos símbolos fálicos y continuados desnudos, de Alicia en el País de las Maravillas.

Evidentemente, muchos de sus gags no funcionan, mientras que otros sí son abiertamente disfrutables. Entre sus mejores aciertos, su estructura doble, regodeándose en la subrayada sensación de déjà vu. En definitiva, una película que costó prácticamente nada, le supuso a Polanski un tiempo de relajo mental y olvido del pasado, y le dio no poco dinero a su paso por las salas italianas y francesas. Buenas elecciones musicales (Mozart y La muerte y la doncella de Schubert, que volvería a emplear, con mayor relevancia dramática, en la película homónima).

Sydne Rome, que encontró aquí un papel a su medida, evidentemente no fue capaz de desarrollar carrera cinematográfica reseñable. Mastroianni, claro, ha tenido personajes mejores.

#17 - Piratas

Cinta igualmente paródica, que remite a los objetivos de Polanski en El baile de los vampiros para con el cine de terror clásico, aquí llevando la guasa al terreno de las aventuras de corsarios, en alta mar. Pero no acaba de funcionar como su modelo vampírico.

Realmente, el arranque y parte de su primera mitad está bien llevada, y sin ir más lejos su escena introductora es realmente hilarante, con la presentación de un fantástico personaje: El capitán Red al que da vida Walter Matthau. Desgraciadamente, su compañero (el Renacuajo) y sus intereses amorosos, uno de los hilos narrativos de la trama, no tienen ni interés para el espectador, ni reciben ningún típo de aporte meritorio por parte de sus intérpretes, de lo más flojos.

Al menos, por su parte, Matthau sí acierta a componer un personaje vital y enérgico, realmente cómico, y sus esfuerzos por hacerse con el trono de oro de Capatec-Anahuac mantienen a flote algunas secuencias, las suficientes para no suspender el resultado final. Entre los trabajos menores de Polanski, sin duda.

#16 - Lunas de hiel

A un nivel personal, podría situar esta película como la que menos me convence entre la filmografía de Polanski. Su discurso final es cuanto menos dudoso; la narración paralela desde la que se nos cuentan los recuerdos del protagonista (un correcto Peter Coyote) termina en un batiburrillo violento y sentimental de difícil aceptación; y así podríamos continuar encontrando defectos dramáticos varios. No pocos. Incluyendo el pasteloso relato de los primeros días de la pareja protagonista -si bien, aquí, Polanski puede defender que es precisamente así como todo se mantiene en la cabeza del personaje que recuerda, que nos relata.

En cualquier caso, es cierto que la factura técnica de la película es irreprochable. Su color y textura en interiores es impecable, incluso se respira el aire malsano hacia el que, cada vez más, camina la película. Los actores están muy bien escogidos, incluyendo a Hugh Grant en su rol, tan dubitativo. Y, quieras que no, incluye varias secuencias marca de la casa, justo en el punto de cocción máxima del relato.

#15 - Oliver Twist

No es ésta una película con la que vaya a explayarme demasiado, ya que repetiré algunos de los argumentos ya expuestos en mi postcrítica. Así que me remito a ella. Podéis encontrarla aquí.

Como síntesis, destacar la perfecta puesta en escena, la brillante resolución formal de varias escenas y la vuelta de varios temas de interés muy propios de Polanski, fáciles de encontrar especialmente en Tess. Un trabajo notable, pero sin méritos de sobresaliente.

#14 - La novena puerta

Con La novena puerta Polanski parecía querer volver a temas conocidos: thriller, temática satánica, manejo de un misterio de lento desenredo. Contaba para ello con una de las dos tramas nucleares de El Club Dumas, la novela de Pérez Reverte, y con el protagonismo de Johnny Depp. El resultado final es correcto, brillante en la resolución de algunas secuencias de pura intriga, pero insustancial finalmente.

Además, Polanski se aleja más y más de sus propios personajes y se desinvolucra, de algún modo, de la propia trama según esta avanza y se va desvelando, para mostrar la personalidad final de los personajes seguidores de Satán con un cierto sarcasmo y mucha distancia que no le hace del todo bien a la película. En definitiva, una entretenida trama detectivesca que se torna difusa y se pierde hacia el final, con un cierre algo decepcionante, pero con varias escenas muy bien trenzadas por el camino.

No olvido citar, antes de pasar a la siguiente película, la elegante y simplemente perfecta introducción de la película, con un suicidio primorosamente rodado, y la sobresaliente banda sonora de Wojciech Kilar.

#13 - El baile de los vampiros

De sus tres películas abiertamente paródicas (ésta que ahora comento, Piratas y ¿Qué?; debemos dejar fuera de este trío a Cul-de-sac, que contempla más matices) esta es sin duda la más conseguida, si bien el público español, como el estadounidense (cada uno por motivos diferentes: la censura aquí, caprichos del productor allí), apenas ha podido disfrutar nunca del montaje real con el que Polanski sí presentó la película en el resto del continente europeo.

Estamos ante una parodia de sonrisa constante y carcajadas puntuales, ante un film de disfrute más cínico e intelectual que directo, burdo o simplemente cómico. No sólo por sus constantes juegos de dobles sentidos en cada línea de diálogo, sino también por los continuos juegos visuales (también de aparente doble significado, generalmente hasta resolver el gag) con los que Polanski se entretiene escena tras escena.

Es la película en la que Polanski conoció a la malograda Sharon Tate, lo cual multiplica el valor sentimental de la cinta para el realizador polaco.

La cuidada y barroca puesta en escena y la música del gran Kristof Komeda redondean el resultado final. Muy disfrutable.

#12 - La muerte y la doncella

Correcta, meritoria y muy tensa, aunque lejos de la osadía formal de otros trabajos de Polanski, que se encierra aquí en un escenario único con tres personajes para centrarse más en el trauma y el dolor de cada uno de ellos que en el trasfondo político que lo envuelve. Así pues, las connotaciones políticas posibles no son tan relevantes, y sí el modo en que Polanski enfrenta a su trío protagonista, a pesar de lo cual uno de ellos (el marido) pronto queda perfilado en un rol un tanto pasivo y, por lo tanto, débil, en un enfrentamiento que debe extenderse más allá de la hora y media de metraje.

En cualquier caso, Polanski consigue cumplir con nota en el complicado reto de mantener la tensión y el interés narrativo, en unidad de lugar, durante toda la película. Demuestra, además, que acierta cuando insiste en que al adaptar una obra de teatro al cine no es necesario "airear" la acción (sacándola a diversas localizaciones) para conseguir que "no parezca" una obra de teatro. Mantiene la unidad de lugar y demuestra, pues, que con una planificación visual sólida, inteligente y personal, se hace Cine.

#11 - Repulsión

Segunda película de Polanski, rodada en Londres y protagonizada por una Catherine Denueve a la que el papel de fría hermana menor, traumatizada y con una profunda fobia hacia el sexo masculino, le venía como anillo al dedo.

Es una cinta que no ha envejecido bien por su propia condición de película de ínfimo presupuesto y en la que todas las soluciones formales están tomadas con imaginación extrema, buscando nuevos métodos narrativos y diferentes modos de sorpresa espacial y auditiva para el espectador: Cámaras subjetivas en pleno asesinato, pasillos que se estrechan literalmente sobre la propia protagonista… Puro I+D. A nivel histórico, el valor de este film es mayúsculo, entendiendo lo que anunciaba a todo el mundo cinematográfico: La personalidad de un joven realizador que demostraba que no pretendía acomodarse tras el éxito de su opera prima.

Guarda no pocas semejanzas temáticas con La semilla del diablo y con El quimérico inquilino.