¿Quién vigila al vigilante?

La Fox tiene ahora los derechos. La Warner se ha gastado los cuartos en la producción de la película y, para colmo, venía haciendo una promo potentísima y cara. La Fox no se conforma con medias tintas ni medios beneficios y exige el todo por el todo, sin haber gastado nada. La Warner, claro, se resiste y pone al público de su parte sacando a la luz más y más vídeos promocionales. El tema está que arde.

Entre medias, queda lo real, lo tangible: Watchmen. Una película con ínfulas de "producto del año" que se tambalea sobre una cuerda sin red, metros y metros más abajo. Su estreno el día 6 de marzo se antoja algo improbable, aunque la Warner está jugando la baza de la presión social. La comunidad de fans enfervorecidos que arrastra el comic de Moore está ansiosa por ver y juzgar el trabajo de Zack Snyder, y por esta vez parece que además están en inesperado modo respetuoso, dispuestos a ver primero y opinar después. Son muchos. Y no aceptan tener que esperar más. Pero a la Fox ésto, claro, se la trae floja. Que es eso al lado de una buena millonada de dólares.

Pero cuidadito, porque aquí aparece el matiz que quería venir a introducir. Watchmen no es una historia de superhéroes al uso, ni siquiera lo es de héroes al uso, ni siquiera viene a ser una vuelta de tuerca como El caballero oscuro, ni siquiera puede ser una película de acción, tal como no fue un comic de acción. Cuidado. Watchmen, el trabajo de Moore, está lejos de estos registros, y su adaptación a la gran pantalla, sea más fiel o menos (aunque apostaría a que Snyder no se aparta ni un par de viñetas del original), caminará similar sendero. El boca a boca quizá no ayude con esta película. O sí.

Tendrá que ser un verdadero trabajo de relojería (concepto que gana aún más sentido para aquellos que hayan leído el comic), una adaptación perfecta, un film brillantísimo, para que en su concepto funcione. Si simplemente acabe siendo una buena película, el gran público no se sentirá a gusto con ella. No hay acción, no hay héroes con conflictos morales a la moda, ni en la línea adulta de Batman ni en la línea acneica de Spiderman. Nada de eso hay en Watchmen, que tiene muchos elementos, fácilmente detectables, que la podrían convertir en un batacazo comercial.

Eso sí, la Fox, aliada con Tío Dollar, y la Warner, abandonada por el mismo, siguen en esa pelea que tanto daño y tanto bien, a un tiempo, le hacen a la película. Que hablen, que hablen de uno mismo, aunque sea mal.