El director surcoreano Kim Ki-duk ha presentado su película en el Zinemaldi sin demasiado aplauso, parece (postcrítica de Olmo), la rueda de prensa algo fría y apagada remarcaba esto con algunas preguntas curiosas, como la de un periodista que con algo de cinismo le preguntaba sobre la temática de la película. Kim ha respondido que trata de cuatro temas, el amor, la vida en contraposición a la muerte, la vida en la que vivimos y el cine.
Sobre su no desconocida manera de rodar a las mujeres también ha habido cierto comentario preguntándole qué le sucede con ellas, a lo que el director comenta que está acostumbrado a que se lo pregunten y que él es hombre y por tanto uno de sus temas ha de ser la mujer. A pesar de que sufra, ello no quiere decir que vaya sobre el sufrimiento, sino que la temática va del ser humano, el sufrimiento es un capítulo de la vida y a través de él hay personas que se acercan a la verdad de la vida.
En este tono filosófico, como la película transcurre la rueda de prensa, ahora ahondando sobre el posible cambio de estética del director, a lo que contesta que debutó hace 15 años, que creía que las películas se hacían con el sistema y el capital, pero que con ese sistema no podía expresarse y tenía que tener en cuanto mucho a los espectadores, pensaba que sus películas no eran sinceras.
En el capítulo de la comparativa, una periodista le expresa la similitud que ha notaba al ver el film con el estilo de José Luis Guerín en su película En la ciudad de Silvia, y Kim Ki-Duk se ha mostrado agradecido pero desconocedor de la similitud entre ambos. Ha explicado que en el mundo pasan cosas parecidas a la vez, que en la sociedad actual hay demasiado diseño, pero poco contenido, con su película quiere ahondar en este punto.
Comenta que nunca ha pretendido lograr una película cinco estrellas, pensaba de hecho que venía fuera de competición y se ha enterado al llegar de que competía, que lo importante es su película, la cuestión, el diálogo con el público. Explica que Amen es una película sincera y hecha como quiere, que le preocupa que de sincera parezca una broma pero es que está hecha así, sin equipo, sin dinero.
Por último acepta la tesis de que no parece su última película, ya que aún tiene preguntas que hacerse y cuando deje de tener preguntas dejará de hacer cine.