Isaki Lacuesta, un habitual del Zinemaldi, presenta este año dos películas aunque en la rueda de prensa de hoy se ha dedicado a Los pasos dobles. Miquel Barceló, protagonista del mismo film le acompañaba junto con algunos actores nativos de Mali, lugar de rodaje de este documental entorno a unas pinturas del artista Francois Augiéras.
El dueto se ha mostrado dicharachero y seguro. Barceló atestigua que hizo todo lo posible por evitar actuar, hice todo lo que hubiera hecho si Isaki no hubiera estado rodando. Isaki por su parte comenta que siempre piensas en varias películas posibles cuando comienzas, el nombre de la película fue una premonición del film porque vieron que todo el metraje no entraba en una película, si una conversación cambia según avanza una película por qué no…
Intentamos dejar que la película se llenase con lo que encontrábamos allí. El tono y el color de Mali era como la pintura, en el guión original había un duelo y al ver que los actores eran bailarines lo hicimos como un duelo de baile.
Hablando de la música de la película explica que se trata del mismo tema en dos versiones, un pasodoble a lo western y otra con banda de música. Gerad Gil, refiriéndose al compositor, te presenta 80 o 90 canciones. Gracias a como el cine español es sigue trabajando con nosotros porque pensamos que le llamarían tras la banda sonora de Los condenados que me encanta.
Comenta que no conoce el cine africano, que cuando llegaron allí partieron de la idea de que nuestros cuentos eran los mismos que los suyos, las películas imperfectas me gustan, me satisfacen, todo encajaba muy bien, hemos bebido de lo que nos contaban ellos.
Uno de los momentos tensos y a la vez jocosos ha sido cuando el propio director ante ciertos comentarios sobre el film aludía diciendo que si no le gusta la película vea la otra, refiriéndose a la conexión de los dos documentales que presenta, Los pasos dobles y El cuaderno de barro, ambas películas se pueden ver de manera independiente. En otro momento vuelve a lograr la risa general cuando contesta a un comentario con un no es una película fácil, váyase a Mali y ruede. El calentamiento de los comentarios acaba por hacer que Lacuesta trate de explicar que entiende que es más fácil que un niño entienda el film que los críticos expertos, que pensaron en una película sin explicaciones.
Al término de las declaraciones pide disculpas por cabrearse pero que no lo hace por criticar el film sino por cierta agresividad latente que no se sabe de dónde viene. Así, demostrando que es un cine un tanto complicado para un público comercial, se termina una rueda de prensa que demuestra que se trata de un cineasta que gusta o no gusta, eso desde luego.