Zinemaldia > Premios Donostia > Matt Dillon
Matt Dillon entra seguro aunque algo tímido. Se mantiene el tiempo necesario ante los fotógrafos. Después, al final, se dedicará a firmar todos los autógrafos pacientemente, invirtiendo más tiempo que el resto. Responde lentamente y con voz grave. En varias ocasiones se va un poco por las ramas o se resiste a responder de lleno. Se nota que quiere agradar con sus repuestas y que está honrado por recibir ese premio. Dice haber llegado sólo a la mitad de su carrera y pregunta si podrá recoger otro premio dentro de 35 años. Es un honor para él ser el actor más joven que recibe este premio.
Se habla mucho de sus dos últimos personajes, el policía de “Crash” y el alter ego de Charles Bukowski en “Factotum”. Explica que son papeles completamente diferentes. Del primero comenta que le interesó por no ser el típico papel facilón, es un papel real, multidimensional, creíble. “No me importa si le vas querer”. Según él su personaje se considera una víctima. “Busco en mis personajes el talón de Aquiles”.
Sobre su personaje en “Factotum” dice haber tratado de hablar como el propio Bukowski, observando la cadencia de su voz. Además piensa que es en la poesía de este autor y no en la prosa donde se sabe mejor quien es él. Preguntado por el papel de Mickey Rourke sobre el mismo personaje en “Barfly”, responde que fue una interpretación excelente pero totalmente diferente y que, en absoluto, la tenía en mente.
Se ha interesado siempre, confiesa, por los papeles conflictivos. Es por ello que muchas veces no le ha tocado el papel de guapo. Ha llegado a interpretar a un esquizofrénico aunque bromea “creo que sólo lo vieron cuatro personas”. En “Todo por un sueño” de Gus Vas Sant admite que no le encantaba el papel, pero el guión y el resto del reparto le gustaron, y a veces también elige papeles según ese criterio. Dice que el trabajo de Nicole fue muy bueno, y cuando le preguntan si compitió con ella en esa película responde “No, que va, no me interesan esas cosas... ¿para qué?”
Le encantó el guión de “Algo pasa con Mary” y la forma de trabajar de los hermanos Farrelly, que no tenían todo demasiado atado, había improvisación. Estuvo a carcajada limpia.
Se habla de su generación de actores promesa. Él opina que la carrera de un actor no es un sprint, es una carrera de fondo. Se habla de sus primeras películas, de su trabajo con Coppola. “Creo que volveremos a trabajar juntos”. Sobre proyectos futuros no quiere hablar. No hay nada seguro pero comenta una historia en la que interpretaría a un músico en Nueva York.
No quiere entrar en política y sobre el problema de la inmigración termina diciendo “No tengo una solución y no quiero sentarme aquí y pretender que sí”. Dice que con la administración actual en EEUU se han dado pasos hacia atrás.
A la pregunta de con qué director europeo quiere trabajar, aclara que no mira si son europeos o no los directores, pero nombra uno español: Almodóvar. También dice que por un lado está lo que quieres hacer y por otro lo que te dejan y que un actor tiene poco control sobre el curso de su carrera.