La semana ha comenzado dando lo que promete: muy poco.
Tampoco es momento de hacer saña, conociendo la situación económica con la que
se parte, pero es que las dos películas de madrugada, Infestation y Vampire Girl
Vs. Frankenstein Girl, no sólo eran tan malas como cabía esperar, sino que
además eran aburridísimas, apenas daban lugar a destrozarlas. Un cortometraje King Crab Attack fue lo mejor de la
noche de largo, el principal se vino arriba. El otro cortometraje de la sesión,
Else, era tan deliciosamente críptico
que dio lugar a un nuevo alzamiento. Un corto para revisitar y poder decidir si
era bueno o muy malo.
Pero antes de todo tuvimos la sesión inaugural, con la
esperada Vertige. La verdad es que la película es bastante pobre. Quiere ser
una peli sobre escalada y pronto se olvida del tema. Quiere dar vértigo y sólo
consigue una escena realmente aceptable. En definitiva, un fracasillo, aunque de
esta al menos se puede decir que es una película. El director estuvo allí dando
la cara y resultó simpático. Nos presentaron el corto inacabado Vicenta, que para colmo tiene un
continuará, que tenía su punto y su mérito. Stop motion del clásico, con mucha
retranca. Sus creadores salieron al escenario con mucha coña y muchas tablas,
no cualquiera aguanta tan bien el tipo aquí.
El otro corto, Paris
by night of the living dead, era un petardillo, seguro que se divirtieron
rodando burradas zombies, pero creo que se les olvidó transmitir esa sensación
a los espectadores. Todo el público le
hicimos un sentido homenaje al director, José
Luis Rebordinos, a cuenta de que la semana ya cumple 20 añitos. Fue bonito.
Una semana en crisis, pero aún puede remontar.