Sesiones interrumpidas (Diario del festival, día 19)

Ya en la medianoche del día 19 de septiembre al 20 escribo mi pequeña memoria del primer sábado del festival. Se presentaba como un día más normalizado. Hoy tocaba el trabajo de campo. Ademas, he dejado de tarantinear y me siento más aliviado. El tiempo ha mejorado, por lo menos no llueve, se mantiene. Por la Avenida de la Zurriola me acerco al Kursaal. Una larga cola llena de gente con ilusión y esperanza de conseguir esa sesión deseada. Mientras, la alfombra ya tiene dueño: el barrendero del festival.

Faltan cinco minutos para El baile de la Victoria. Habrá postcrítica. En el Auditorio Kursaal, me gusta ver las películas arriba, cuanto más mejor. Comienza la proyección. Sin sonido. En menos de veinte segundos se encienden las luces y la pantalla en blanco. Gajes del oficio como diría aquel. En unos minutos volvemos a la normalidad.

Rueda de prensa de Fernando Trueba y su equipo. Es un honor. A toda prisa de nuevo al Kursaal para disfrutar de la primera peli francesa que veré en el festival, Le refuge. También habrá postcrítica. De nuevo, en lo má alto de la sala. Uno piensa que lo de la primera sesión es un pequeño incidente. Todo lo contrario. Con quince minutos ya de proyección unas voces de mujer gritan ¡un médico, un médico!. Yo, de buenas a primeras, no quiero pensar en lo peor. Al instante, de nuevo, ¡un médico, un médico!. Y se une la muchedumbre con aplausos seguido de ¡las luces, que paren la proyección! Más aplausos. Mientras, Isabelle Carré pasa del rubio al castaño teñido. Más aplausos. Por fin, la proyección se ve interrumpida. Al fin, el público, yo entre ellos, nos damos cuenta de lo que pasa, hay alguien tendido cerca de uno de los vomitorios. Viene la DYA. Creo ver un masaje cardíaco pero gracias a lo que sea parece que no. No noto urgencia. Más minutos. Al fin, el enfermo, a quien noto con la camisa humedecida, se levanta con ayuda y se sienta en una silla de ruedas. ¡Aplausos! Ozon no había contado con la baja tensión de algunos de los espectadores de su película. Si queremos ver jeringuillas, hay que desayunar. Va para todos. Ánimo chaval.

Rueda de prensa de Ozon. Un tipo muy cercano y muy dispuesto a la charla. Francés. Salgo y trabajo con el ordenador. Disfruto de las fotos del día. Como. Descanso. Cuatro y media. Una iraní, de las que me gustan.

Habrá postcrítica. Rueda de prensa de Rsaoulof, Shirvani y Karimi. Tres hombres con mucho espíritu.

Ya ven, un día normal de trabajo en un festival, sin tarantinear y con sesiones interrumpidas.