Estamos aquí ante una escena que define el tempo de Leone, su atención al detalle entendiendo que es precisamente el detalle lo que puede no solo dar el toque final a una secuencia, sino incluso conferir absolutamente todo el sentido a la misma, al personaje, al contexto.
En una historia tan sórdida como la que, a lo largo de décadas, dibuja Érase una vez en América, esta escena, hermosa, tranquila y sencillísimamente emotiva, nos permite reco...
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