Pues sí, la criatura se ha quedado huérfana. Ese alien, quizá el más inolvidable de los monstruos del Cine (aún cuando los puristas se me mosqueen recordando al Frankenstein de Karloff y otros clásicos de fácil -pero justificado- recurso) se ha quedado sin su padre: H. R. Giger, el artista suizo. Descanse en paz, maestro.
Giger ya ha escrito en oscuras, viscosas y sinuosas letras oscuras su nombre en el libro de la Historia, al crear a es...
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