Me gustaba la elección de Liam Neeson para dar vida a Abraham Lincoln. La estatura, la presencia, amplia, casi diría que enorme, físicamente, en este actor, siempre va de la mano de una cierta distinción, un aporte muy marcado por una innegable imagen de inquebrantable dignidad. Me gustaba mucho.
Pero Spielberg se ha ido demorando con su proyectado biopic sobre el ex presidente usamericano y, al final, Neeson se ha cansado de esperar. La elección ulte...
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