Si el día anterior fue el de Bryan Singer, el de hoy ha sido el de Álex De La Iglesia, que ha ido a Sitges, junto con el equipo de Balada triste de trompeta, para recoger el Méliès d'Or que otorga la Federación Europea de Festivales de Cine Fantásticos.
La película se ha impuesto a Transfer, de Damir Lukacevic; The Last Employee, de Alexander Adolph; Rare Exports: A Christmas Tale, de Jalmari Helander; Rubber, de Quentin Dupieux; Troll Hunter, de Andre Ovredal; Secuestrados, de Miguel Ángel Vivas; Hideways, de Agnès Merlet y Attack the Block, de Joe Cornish.
El Méliès de Oro al mejor cortometraje ha sido para Suiker, dirigido por Jeroen Annokkee, que ya había obtenido el Méliès d'Argent en el Festival de Cine Fantástico de Ámsterdam.
De esta manera, Balada triste de trompeta sucede en el palmarés a Enterrado, de Rodrigo Cortés.
Por otro lado, ayer era el día para Kevin Smith y su primera incursión en el cine de terror, Red State. Las primeras críticas convencionales que están circulando por las redes no parecen estar muy contentas con el resultado del film. La polémica está servida.
También hay que noticiar el éxito arrollador obtenido por Nacho Vigalondo en la presentación de su segunda película, Extraterrestre. El pase del público aunó risas y aplausos, mientras que en la rueda de prensa posterior con el equipo, salvo Michelle Jenner que fue baja por enfermedad, fue una continuación del buen rollo y ambiente distendido. Vigalondo, de esta manera, continúa con un arrollador éxito en los festivales patrios.
Hoy es el día del Festival de Cine de Málaga en Sitges. Es el fruto de un acuerdo por el cual los dos festivales se conceden un día en sus respectivas semanas de cine.