Un día duro


06 de Mayo de 2009
por Hypnos

A uno, no sabe muy bien por qué, los miércoles se le hacen muy cuesta arriba, le cuesta levantarse, y cuando termina de pasar la resaca del sueño y se toma un café, con cierto asombro descubre la noticia de que EEUU ha incluido a España en una lista negra llamada 301 por una supuesta política laxa en materia de protección de derechos de autor y de propiedad industrial. Con mayor asombro me acerco a la pantalla para leer cómo el periodista de El País hace afirmaciones del siguiente tenor: "La advertencia no es baladí. España ya fue incluida el año pasado en la llamada lista negra del Congreso de EE UU como uno de los países en los que más se fomenta la "piratería" por Internet. Pero a diferencia de este informe, que es meramente informativo, la lista 301 puede acarrear sanciones económicas o comerciales".

Y es que por deformación profesional a uno le da poco menos que por atragantarse al leer que el hecho de que un país decida incluir a otro en una supuesta lista negra, realizada con arreglo a su Derecho, pueda conllevar la imposición de sanciones. En fin, que es como si nuestro vecino decidiese castigarnos porque dejamos que nuestra hija llegue a las 3 de la mañana borracha. Un disparate la manera en la que se informa a veces, la verdad.

Pero esta entrada no pretende ser un curso de ética periodística, sino que más bien pretende dejar las cosas en su sitio. En España, desde el nombramiento de la ministra Sinde se está acelerando la cocción de un caldo de cultivo en una dirección absolutamente sesgada y que necesita de muchas cosas, menos de prisa. Habrá quien se sienta satisfecho porque alguien le da un tirón de orejas a España por "pirata", como se atreve a titular la noticia El País, y que de esa manera se coloca una alfombra roja para una reforma tan restrictiva como la que le habrá susurrado Sarkozy a Zapatero en la visita de la semana pasada.

Pongamos las cosas en su sitio y no hagamos demagogias baratas. Tal y como acertadamente señala Enrique Dans en su blog, no está el horno para bollos. No creo que EEUU esté en disposición de arriesgar su balanza internacional con sanciones a países importantes para su economía como China (a la que considera el eje del mal en la materia), Canadá o España. Amén de que falta el elemento de coacción necesario como podría ser la firma de un TLC.

Pero aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, seguro que el lobby capitaneado por la Ministra utilizará esta amenaza fantasma para llevarlo a su terreno y decir que el cine va mal en España porque estamos entre piratas. Se está tratando de medicar una enfermedad con un diferencial desacertado. Y nadie quiere darse cuenta. Resulta que estamos en un país de piratas y malvados internautas que se dedican a descargar y puentear a los artistas que están reunidos en esa noble institución que pretende hacer caja incluso con un concierto benéfico.

Y por si fuera corto el día, en el Parlamento Europeo se jugaba un importante partido a cuenta del Telecom Packages. ¿El resultado? Pues que se ha implantado la cordura y no se ha aprobado una medida de armonización que enmascaraba barbaridades como quitar el monopolio del estamento judicial para censurar y bloquear contenidos en la red.

El mundo está cambiando, y nosotros, como usuarios y creadores de contenidos on line, no podemos permanecer al margen. En la picota está, ni más ni menos, que el futuro de internet y su regulación y el futuro del cine. Supongo que dentro de 20 años podremos decir que estuvimos aquí.





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