Comienza la Mostra con una inauguración
de verdadero lujo: Gravity, la esperada nueva película del
siempre interesante Alfonso Cuarón. Da lo que promete, un
espectaculo visual impresionante, y una tensión verdaderamente
intensa. En general ha tenido muy buena acogida. Os hablaría de la
rueda de prensa, con sus dos protagonistas, George Clooney y
Sandra Bullock, pero lo cierto es que estaba saturada y a los
medios más humildes nos han dejado fuera. Así que consultad en otro
lado. Lo que sí tenemos ya es mi crítica.
Sin tiempo para hacer de fans alocados,
algunos hemos cometido el error de ir a ver La Belle Vie.
Intentaba evocar la vida salvaje del nómada al margen de la
sociedad, las bondades del mundo rural, y francamente, no evoca
absolutamente nada. Cuenta una historia falta por completo de interés
y juega con tópicos y con algunos trucos de guión que llegan a ser
sonrojantes.
Después, el turno de la última
película de Bruce LaBruce, un tipo que se mueve entre el
porno gay, el cine underground y el gore barato. Sorprendentemente, y
a pesar de que la premisa de Gerontophilia (la sinópsis es el
título) es muy provocadora; LaBruce está aquí mucho más
contenido, más moderado. Es "más película" que sus otros
trabajos, aunque también quizá por ello menos personal. Con todo,
un tema interesante, que aunque falla un poco a la hora de buscar su
tono, tiene algunos momentos muy interesantes. Vale la pena.
Para terminar bien el día, la última
película de Sion Sono, uno de los directores japoneses más
tarados, Why don't You Play in Hell? que dentro de su
filmografía es una película más bien menor, una comedia ligerita,
pero con burradas muy divertidas y bastante aroma a Kill Bill.
Humor negro, mutilaciones, cine dentro del cine y japonesas
oscuramente sexys. A mí con eso me vale.