Grandes novelas de ciencia ficción,
que por diferentes cuestiones, son de difícil adaptación. Se habla
de llevarlas al cine, en ocasiones desde hace años, pero su futuro
aún no está claro. ¿Conseguiremos verlas en pantalla grande?
Repasemos algunas de ellas y veamos en qué situación se encuentran.
Hablamos de Cita con Rama, El juego de Ender e
Hyperion.
Una de las novelas más valoradas del autor de 2001, una odisea espacial, Arthur C. Clarke. Ganó los tres principales premios de ciencia ficción, el Nébula, el Hugo y el Locus, además de otros. El novelista vuelve a mirar al espacio e imagina un encuentro con una nave cilíndrica gigantesca repleto de secretos en su interior. Las descripciones de los procesos relacionados con la morfología y movimiento de la nave, y los efectos sobre su interior, son de un rigor científico apabullante, superando el nivel de detalle de su gran obra, 2001. Al igual que aquella, la narración y los personajes, están reducidos al mínimo, de manera que el resultado es principalmente descriptivo.
Morgan Freeman lleva más de
diez años detrás de este proyecto a través de su productora. A
partir de 2007, se empezó a hablar de que David Fincher dirigiría la película. Después quedó difuminado entre los
proyectos del director y la situación del actor que en 2008 sufrió
un grave accidente de tráfico. Por esas fechas, Fincher declaraba
que veía complicado avanzar con el proyecto y desmentía los rumores
de que hubiera un guión escrito. Lo último que ha dicho, en Enero
de este año, en una entrevista en la MTV, es que después de su
20.000 leguas de viaje submarino, le gustaría enfrentarse a
esta nueva adaptación. Sin duda, una interesante coherencia, la de
adaptar a dos de los más importantes y científicamente minuciosos
escritores de ciencia ficción, Verne y Clarke. A día de hoy, en
IMDB aparece sin director y proyectada para 2013.
Quizá sólo Kubrick pudiera en su
momento afrontar un proyecto tan poco agradecido como el de 2001,
en el que apenas hay diálogos, y es en gran parte abstracto. Puede
que a día de hoy, Fincher sea el más indicado para Cita
con Rama, una obra con pocos personajes y diálogos, pero
además, mucho más carente de conflictos que hagan avanzar la trama.
El director que fue capaz de generar una gran película de una
historia tan poco atractiva como la del creador del Facebook,
seguramente pueda encontrar las claves que ofrezcan un interés sobre
una novela donde las cuestiones más relevantes las encontramos en la
redefinición de las dimensiones y formas de un ecosistema. Todo un
ejemplo de ciencia ficción dura que además requiere una concepción
espacial muy avanzada. Confiemos en que lo intente y en que salga
bien parado de nuevo.
Otra premiada novela, la de Orson Scott Card con el Hugo y el Nébula en su haber. Indaga sobre la naturaleza del líder y nos lleva a un futuro de batallas galácticas, con una academia para menores en lo que podría definirse burdamente como un cruce entre Harry Potter y Starship Troopers, aunque mucho más moderada y afinada que ambas. Mucha estrategia de combate, y un personaje principal repleto de carisma, y con toda la transformación que requiere un buen hilo argumental clásico. Una entretenida historia de entrenamiento y superación, con un sabor de fondo muy agrio y seco.
El proyecto ha pasado por varias manos.
David Benioff, guionista de La última noche, Cometas
en el cielo, iba a escribir la adaptación (estamos hablando de
2003), y la iba a dirigir Wolfgang Petersen (ambos habían
trabajado juntos en Troya) para Warner. Parece que finalmente
ni uno ni otro. El propio Orson Scott Card dice tener ya escrito su
guión, que no parte de lo que hubiera hecho Benioff con antelación.
Ahora se habla de Garvin Hood (Tsotsi), quien
curiosamente ha trabajado hace poco con Benioff en Lobezno. La
producción también ha cambiado de manos varias veces. En resumen,
un futuro incierto para esta película. De momento, en IMDB para 2013, sin muchos datos más.
Sin embargo, yo diría que esta es la
adaptación más sencilla de las que comento aquí. Salvando la
cuestión de la edad del protagonista (es posible que en pantalla
resulte demasiado exagerada la edad infantil) que se puede solucionar
con unos años más, en general es un texto que se puede transportar
con relativa sencillez a la gran pantalla. Además, es carne de
taquillazo, sin necesidad de buscar concesiones tontas. Lo peor que
puede pasar es que desaparezca la oscuridad y lo maquiavélico que da
sentido a la novela.
Reconocidísima novela de Dan
Simmons que cuenta con bastantes premios, entre ellos el Hugo y
el Locus. El mayor valor de la novela es la riqueza de su mixtura de
géneros, que se aprecia tanto en su contenido como en su forma.
Simmons copia la estructura de Los cuentos de Canterbury para
desarrollar una novela entre el ciberpunk, el space opera, la novela
negra, los viajes en el tiempo y otras cuestiones bien diferentes. La
novela es un gran homenaje a un poeta romántico inglés, John Keats (recientemente, Jane Campion ha dirigido una película sobre él,
Bright Star) que escribió una saga de peosía de donde Simmons toma los títulos en su serie de Hyperion. La novela ofrece, entre otras cosas, una clara
advertencia ante los peligros de la globalización.
Las diferentes historias toman un
estilo narrativo diferente, una cuestión que sería interesante ver
plasmada en una película, transportando los mecanismos de la
literatura al cine. De las tres novelas citadas, sin duda es mi favorita.
Seguramente el proyecto menos
concretado de todos los que comento aquí. Allá por 2009 se dijo en
Variety que Scott Derrickson (Ultimatum a la tierra, El
exorcismo de Emily Rose) podría dirigirla para Warner. Ahora
mismo, aparece el proyecto en Imdb para 2013, aunque sin director definido.
Esta es una de esas adaptaciones
peligrosas en las que fácilmente se puede caer en un resultado
comercialoide con muchos efectos digitales y con poco interés
dramático. La novela de Simmons merece un director con fuerza para
afrontar el proyecto en toda su complejidad sin concesiones a las
palomitas y con personalidad para no hacer simplemente una adaptación
demasiado fiel sino una transformación de los recursos literarios a los cinematográficos. Desde luego, no creo que Derrickson sea ese director,
requiere más el talento de alguien como Aronofsky o Fincher. A día
de hoy, preferiría una miniserie en la HBO, para darles tiempo a los
personajes. La estructura del libro se presta formidablemente al
formato de capítulos.
Información en Precríticas:
El juego de Ender
Cita con Rama