La gala de los Globos de Oro acabó siendo la gran fiesta de Danny Boyle y su Slumdog millonaire, aunque sobre todo ha sido la gran fiesta de Kate Winslet, que se llevó a casa no uno sino dos premios: el correspondiente a mejor actriz de drama por su trabajo en Revolutionary road, y el de mejor actriz secundaria por The reader.
Por su parte, Slumdog millonaire le sirvió a Boyle para hacerse con el premio al Mejor Director, además de lograr el de Mejor Película o el de Mejor Guión. Este reconocimiento, el enésimo en la exitosa carrera del film, le afianza como el gran favorito para los Oscars.
El premio al mejor actor de drama fue para Mickey Rourke, que protagonizó uno de los momentos emotivos de la gala con su discurso: "Años atrás yo estaba casi fuera de este negocio, y un tipo joven contactó conmigo para ser mi representante y volvió a poner mi carrera en movimiento. Ha hecho trabajo increíble. Quiero darle las gracias por tener los huevos de hacerlo".
Sin embargo, el momento más emotivo lo protagonizó, como era de esperar, el recuerdo de Heath Ledger, que fue galardonado póstumamente con el premio al Mejor Actor de Reparto. Christopher Nolan subió a recoger el premio, mientras que todos los presentes se pusieron en pie para aplaudir y homenajear al difunto intérprete del Joker de El Caballero Oscuro.
En la categoría de comedia o musical, Colin Farrell ganó el premio a Mejor Actor, por Escondidos en Brujas, mientras que Sally Hawkins se ha llevado el premio a mejor actriz en esta categoría, por Happy, un cuento sobre la felicidad. El premio a mejor comedia ha sido para Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen, cuyos protagonistas españoles (Javier Bardem y Penélope Cruz) se han tenido que conformar con sus nominaciones.
El rotundo éxito de Boyle y de Winslet parece ser todo un anticipo de lo que nos espera el próximo 22 de febrero en la gala de entrega de los Oscar.