Zinemaldia, día 5: Vigalondo es la estrella entre amigos

Ayer era el gran día de Nacho Vigalondo y Extraterrestre. La película se vio primero en el pase de prensa, en un horario marciano (nunca mejor dicho) para los medios: A las dos de la tarde. Sherlock sale contento, nos adelanta que se ha reído mucho.

Pero la fiesta gorda es a la diez de la noche. Veo la película rodeado de Cobeagas, Goenagas, Jaenadas, De la Iglesias, Doleras, Otxoas y demás apellidos ilustres de la cinematografía española. Y por supuesto, acuden todos los actores de la película (salvo Michelle Jenner) y el maestro de ceremonias, el propio Vigalondo, que reconoce que casi casi es un pase para amigos, compañeros de profesión e incluso familiares. En buena parte, al menos.

Antes de la proyección, una promesa señalando a sus cuatro actores: "A uno de ellos le vais a ver el culo". Risas. En general el ambiente familiar se hace notar desde el primer segundo: Se aplaude y corea hasta el nombre de los intérpretes en los créditos iniciales. Se ríe con ganas en cada gag, en cada réplica chistosa. En resumen, el público lleva en volandas a un Vigalondo que terminó el pase crecido y que debió pasar una noche de fiesta donostiarra de lo más agradable para su ego.

Por cierto que en el pase en secciones paralelas de No controles, con coloquio final con Borja Cobeaga, este tuvo que aguantar heróicamente la excesiva satisfacción de uno de sus espectadores, toda una anécdota: Olmo ya me cuenta, previamente, que en la cola de entrada percibió la presencia de un par de habituales de la calle donostiarra, siempre a cuestas con sus mochilas vacías: "Pues claro que sí, todos al zinemaldi, TODOS. Al fin y al cabo de eso se trata esto", me comenta.

El caso es que al cierre de la película, uno de estos no tan habituales espectadores, al parecer más que contento con la película, comenzó a interrumpir una y otra vez a Cobeaga para repetirle que "la peli está de puta madre, te tendrian que dar el Premio Donostia, los actores, la peli, todo: ¡cojonudo, joder, de puta madre!" Y así una y otra vez. Cobeaga toreando la cosa entre chanzas y risas. Hasta que nuestro querido y entusiasmado espectador zanja el tema dándole la mano al director y pidiéndole disculpas: "Ya lo siento eh, pero es que me tengo que ir a Indochina" ("¿al país o a ver la película?" -bromea Cobeaga). Y dicho y hecho: Se marcha.

En fin. Anécdotas del Zinemaldi, amigos. Qué ciudad esta.

Pero ayer era el día, también, de Kore-eda. Con ella empezaba Sherlock el día ("entra poco a poco pero me termina convenciendo; funciona en todo lo que fallaba Le Skylab. Niños adorables pero el director no cae en lo fácil"). Visto el nivel de algunas de las propuestas de la Sección Oficial hasta ahora, hay que tenerle muy en cuenta para el Palmarés.

Tras Kore-eda y Vigalondo, Sherlock pasa a Without principle de Johnnie To ("quiere denunciar los malos usos de los bancos y la situación de crisis mundial sin salirse de su cine noir; la mezcla chirría bastante, con escenas de sangre con compra-venta de acciones. Además se hace bastante pesada, entrando demasiado a fondo en rutinas bancarias, y sin ninguna subtrama que atrape.") y La voz dormida de Zambrano ("otro dramón de la posguerra, que se limita a contar unos hechos terribles sin aportar nada especial. Ya nos la sabemos: fachas malos malísimos, rojos muy dignos, monjas malvadas... LO-DE-SIEM-PRE"). No le vemos contento, no.

Para terminar, retomamos el horario 'mañanero', porque no está de más contrastar opiniones. Olmo vio al fin la película de Julie Delpy, que tanto está gustando (sin ir más lejos ayer pude escuchar a Cobeaga en una conversación pre-Extraterrestre hablando muy bien de la peli de la actriz/directora francesa).

Pero no, Olmo no comparte esa opinión: "Es una peli a la que muchos teníamos ganas. Aprecio a Julie Delpy, es el prototipo de mujer francesa (física y artisticamente) que me gusta pero su película me ha decepcionado. Porque no ha sido valiente y aunque el pueblo la juzgará con mejor nota que Sherlock y yo, no ha aportado nada nuevo. Quiero pensar que está experimentando. No es ni el momento ni el lugar para Cuéntame a la francesa. Creo que Delpy se ha quedado en aquel personaje de Antes de amanecer. Feminismo, libertad, justicia...Todo eso está muy bien pero queremos más".

Pues dicho y hecho, mañana más; pero no con la Delpy, claro.