Ya se conocen las películas de la
sección oficial del Festival de San Sebastián, que, a falta de
sorpresas ya está cerrada. A priori no es de las mejores ediciones,
pero ha sido salvada in extremis con el último comunicado. Hagamos
un repaso.
No faltan nombres de prestigio en la
oficial de este año, especialmente después de las últimas
confirmaciones. François Ozon, es uno de los directores más
prestigiosos del país vecino, que no es poco decir. Su carrera es
algo irregular, lo mismo nos encontramos con una contenida Le
Refuge (también estuvo en Donosti) como nos suelta la grotesca
Ricky. En Dans la Maison presenta una película entre la
realidad y la ficción en la que cuenta con Kristin Scott Thomas y Emmanuelle Seigner. Promete. Más interesante aún me parece
otro de los grandes directores franceses, Laurent Cantet, que
viene con una historia ambientada en el Nueva York de los 50, Foxfire. Si es
la mitad de buena que la interesantísima La clase o su ópera
prima Recursos Humanos (que ganó en Donosti el premio Nuevos
Directores), ya quedaría contento.
El veterano del cine político,
Costa-Gavras arremete en Le Capital contra "los
sicarios del capital". Desde luego, es el momento, no sorprenderá
pero seguro que convence. Por otro lado, vuelve el iraní Bahman
Ghobadi, después de haber ganado dos veces la concha de oro (la
primera con más mérito que la segunda) con Rhino Seaason. Más crítica social
envuelta en poesía y, ojo, esta vez con Monica Bellucci. No
espero nada brillante. Lasse Hallström es un tipo capaz de
rodar una joyita como Las normas de la casa de la sidra, como
de hacer una peli sobre un tipo y su perro. Con El hipnostista,
vuelve a hacer cine en su Suecia natal, con lo que quiero pensar que
el proyecto es interesante (si fuera por dinero seguiría en
Hollywood rodando pelis agradables). Además tenemos a uno de los
mejores actores suecos, Mikael Persbrandt, al que ya hemos
visto en varias ocasiones en el Zinemaldi. Carlos Sorín, otro
clásico del festival, nos volverá a contar sus historias mínimas,
llevándonos a la Patagonia a pescar con Días de Pesca.
Cuidado que este tipo cae fácil en las historias demasiado mínimas.
Ya hablé de la participación
española, y simplemente comentar que lo que más me interesa de
estas seis películas es Blancanieves de Pablo Berger,
muda, en blanco y negro y ambientada en España en los años 20. Y
habrá que darle otra oportunidad a Fernando Trueba, a ver si
esta vez acierta. Huiré del tsunami de Lo imposible, de Juan Antonio
Bayona.
Hollywood no falla tampoco a su cita
con el Festival. Tenemos la nueva película como director de Ben
Affleck (un tipo que funciona mejor detrás de las cámaras),
Argo, que sin ser nada del otro mundo, promete un puntito de
originalidad con detallitos para cinéfilos y mucha solidez. Fuera de
concurso. Otra película que nos dejará algunas estrellas es
Arbitrage, con Susan Sarandon y Richard Gere.
La película de Nicholas Jarecki tendrá como contexto el mundo de las finanzas, aunque no será tan
política, ni mucho menos, como la de Costa-Gavras. Tendremos un
thriller interesante aunque tampoco despuntará. Esta sí va a
concurso.
Algunos
nombres menos conocidos que nos contarán historias crudas. La china
Emily Tang, que en su
tercera película, All
Apologies, se adentra en
una historia retorcida y controvertida. El conflicto de palestina
vuelve una vez más al festival con The
Attack del libanés Ziad
Doueiri. Está basada en un
best seller internacional. La austríaca Barbara Albert nos sumerge
en la II Guerra Mundial con The dead and the living, atención, dramón sobre la pérdida.