Crítica de la película Terminator Salvation por Iñaki Ortiz

Esta crítica quiere ser ante todo, una respuesta a la poca fe de mi compañero William Munny, y un punto de optimismo en un proyecto muy arriesgado. La polémica está servida.

James Cameron se bajó del carro después de firmar la mejor película de la saga, Terminator 2. Ya estaba todo el pescado vendido. Por eso mismo, yo fui el primero en recelar de esa innecesaria tercera parte. Lo cierto es que aunque considerablemente más floja que sus predecesoras, Jonathan Mostow cumplía expediente con unas contundentes escenas de acción, y sus guionistas, aunque no muy duchos en el desarrollo del guión, supieron llevar la historia por los cauces apropiados. Aprobado.

Ahora, cuando nuestro querido Schwarzenegger está demasiado ocupado con su papel en Gobernator, nos echamos a temblar ante la idea de una continuación de la saga sin él, no ya con una sino posiblemente con más películas. Miedo, decepción, y desgana. Que el director sea McG (así se hace llamar) no ayuda demasiado. El responsable de Los ángeles de Charlie puede colarnos un videoclip cyberapocalíptico insoportable.

Pero como digo, vengo a ofrecer una mirada de esperanza, y esta se apoya básicamente en los nuevos fichajes que se han ido realizando, posiblemente con la intención de levantar el proyecto. La historia del film la firman los mismos guionistas de la tercera entrega, lo cual es un acierto por dos razones: la coherencia de la idea y que precisamente fuera este el punto fuerte de estos dos guionistas, la historia y no el desarrollo del guión. Y aquí llega la primera gran baza, para ello se ha contado con el chico de oro, Paul Haggis, que ya se encargó de arreglar la saga de 007. Sin duda un importante nuevo impulso. Después llegó el fichaje para el personaje protagonista, no desvelaré nada a estar alturas refiriéndome a John Connor. Un personaje que tuvo un sosísimo intérprete en la tercera entrega ahora va a parar nada menos que a Christian Bale, uno de los mejores actores de su generación, y desde luego el más entregado, que se está permitiendo trabajar con los mejores y que, aparte de su trabajo como el mejor Batman, le hemos visto estupendo en El tren de las 3:10, El truco final, y que se dedica a trabajar con Terrence Malick o Werner Herzog. Sin duda un intérprete que no necesita meterse en un subproducto de Hollywood en el que no crea.

Bryce Dallas Howard, Helena Bonham Carter son dos de las actrices de calidad que completan la película. Michael Ironside también anda por ahí (ojalá la película la dirigiera Verhoeven).

Pero si no era suficiente con tener al protagonista de la película más importante del año, se ha decidido echar mano también de uno de sus guionistas, Johnathan Nolan, el hermanísimo. Con esto la película vuelve a subir muchos enteros, recordemos que este guionista ha trabajado en algunas de las mejores películas de su hermano: Memento, El truco final y, por supuesto, en El caballero oscuro. Es posible que haya demasiadas manos en el guión para cosa buena, pero lo cierto es que son las mejores.

Si lo miramos bien, por mucho cariño que tengamos al amigo Arnold y su Sayonara -o hasta la vista, según se quiera- no pintaba nada en esta parte de la historia, y no le echaremos de menos. Quien quiera recordarle sobre la moto pegando tiros estará pensando en una película bien distinta a esta. No tiene nada que ver y no deberá tenerlo, más allá de los guiños que se quieran incluir. Aquí, más que nunca tiene sentido la reinvención de la saga, donde no hay un Bond o un Batman al que reconvertir, los propios sucesos de la trama dan lugar a otro nuevo punto de vista.

Sinceramente, creo que se han invertido demasiados esfuerzos y muchísimo dinero en favor de la calidad del film (y no de la comercialidad) como para que menospreciemos esta película como una secuela para estirar la taquilla de una franquicia. Si el director sabe destacar lo justo, posiblemente nos encontraremos ante una muy disfrutable película de acción y ciencia ficción. Eso sí, está claro que es un riesgo.

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