Creo que por cualquier lector asiduo a nuestra página será conocido el término "caracoles", utilizado para referirse al género del cine español actual. Ése género que tan mal vive cuando sale de las comedietas y de la denuncia social, y no tiene determinados apellidos conocidos por todos.
En cambio, el cine francés es muy diferente. Ellos son los únicos en Europa (con permiso de los británicos) que son capaces de filmar thrillers y hacerlos parecer reales (que no realistas). Tanto es así que cuando en España recientemente se quiso rodar "Lobo", se acudió directamente a un director de esta nacionalidad. El género de acción francesa me gusta y me convence, y nunca le hago ascos.
He aquí una película que se presenta bajo las siguientes premisas: thriller, oscuro, sucio, sólido, de personajes, y muy bien interpretado.
Para lo último no hay más que citar a tres de sus protagonistas: Gerard Depardieu, el Dios de la interpretación en Francia, ese actor tan animal y versatil, de lo mejorcito de Europa. Para quien no lo recuerde: Obelix, "Una pura formalidad", "Hamlet", o el gran "Cyrano de Bergerac".
Junto a él, o, frente a él, Daniel Auteuil ("La venganza de Manon", "El manantial de las colinas", o Henri de Navarra en "La reina Margot"), otro de los grandes del cine francés. Un actor que ha ganado dos Premios César, otro en Cannes, dos Premios Europeos (uno recientemente por su interpretación en "Caché (Escondido)" de Michael Haneke), un BAFTA, un Premio Donatello...en fin, toda una institución.
Cierra la tríada la veterana actriz Valeria Golino, ganadora de la Copa Volpi en Venezia por su interpretación en "Storia d'amore", que dio vida a Susanna en "Rain Man".
Oficio, por tanto en la interpretación, y en la dirección, asegurado por la presencia de Olivier Marchal, un hombre que se ha curtido siendo guionista de multitud de series policíacas en Francia, y que con anterioridad ha dirigido "Gangsters".
En definitiva, cabe esperar un buen thriller, sólido. ¿Y qué quiere decir esto? Que la acción no supeditará la trama, ni a los personajes, a los que veremos debatirse entre el bien y el mal, poniendo muchas veces sus sentimientos a un lado de la balanza y sus ambiciones en el otro, con un drama contenido durante la mayor parte de la cinta que se desatará en un final de gritos, disparos y mucha fuerza y buen pulso narrativo. ¿Algo nuevo? Hombre, pues no, pero se la recomiendo a muchos directores españoles.
¡Los franceses sí que saben ligar bien las salsas de los caracoles!