Antonio Banderas, premio Donostia


19 de Septiembre de 2008
por Iñaki Ortiz

Ayer estuvimos con Antonio Banderas para hablar de su película, aunque fue inevitable hablar de él. Hoy sí, él es el absoluto protagonista por recibir el premio Donostia.

Casi a modo de gag nos vuelve a contar sus problemas para dormir, después de sus problemas del día anterior vuelve sin apenas dormir porque no podía perderse el premio que recibía Javier Bardem. Entre estos dos actores no hay más que buenas palabras en ambos sentidos. Banderas ha recalcado que Bardem no necesita un hermano mayor (en referencia a sí mismo, tal y como se había planteado en una pregunta). Sólo se necesita a sí mismo, es muy bueno.

Recuerda sus difíciles comienzos, cuando llegó al festival de San Sebastián con 350 pesetas en el bolsillo y tuvo que volver haciendo autostop. Nos habla de los difíciles comienzos con Almodóvar, y que su primer festival fue este, con Laberinto de Pasiones. Se montó mucho revuelo, Almodóvar estaba creando un lenguaje nuevo que aún no se comprendía.

También fueron difíciles sus comienzos en EEUU, de pensión en pensión, sin conocer el idioma. Su única carta de presentación para los castings era Almodóvar, que ya era conocido entre los profesionales. Al decir que había trabajado con él le daban una oportunidad. Yo no tuve un corro de personas a mi alrededor apoyándome para continuar, más bien al contrario, tirando de mí hacia atrás, diciéndome "estás chalao". Confiesa que en el colegio siempre cateaba inglés. La necesidad hace mucho, cuando necesitas aprendes.

Se define como una persona muy alegre. Feliz no porque veo los telediarios. Como alguien que ha asumido muchos riesgos. Tengo la impresión de que quizá por eso me han dado este premio. El premio le suma nueva energía a la que ya tenía. Yo no he terminado ni muchísimo menos. Aunque ahora quiere trabajar menos y mejor. No tiene problemas con la fama, aunque lo llevaba peor antes cuando sufría más acoso por la prensa. El estrellato me estrellaba, no podía ir ni a comprar un paquete de tabaco. Ahora puedo tomarme una cervecita en Málaga. Asegura que hace vida normal.

En cuanto a sus películas en EEUU, considera un éxito mantenerse veinte años en estados unidos con el material que le han dado. Ahora espero un material más profundo. De hecho, él mismo tiene muchos proyectos para el futuro. No sólo como actor o director, está interesado en reforzar la industria latina, nos habla someramente de proyectos que buscan aprovechar el mercado de hispanohablantes mundial, generar un mercado doméstico hispano. Nos vuelve a hablar de su película con Luis Mandoki, sobre la adaptación de La hija del ruiseñor. También cuenta que pronto asistirá a un encuentro de países latinos en México en el que según cree también estará Bardem.

Habla de hacer teatro, que dice que es lo que quiere hacer, que es su primer medio. El teatro es una mujer a la que quiero mucho pero que tengo abandonada. Aunque donde entra en más profundidad, especialmente en comparación con la rueda de prensa de ayer, es en su proyecto sobre Boabdil.

Boabdil, el último califa.

Lleva detrás de él mucho tiempo y está escribiendo el guión con Antonio Soler. Quiere abordar el problema actual entre el mundo occidental y el árabe desde la mirada objetiva de 500 años después. En la película quiere incluir no sólo los elementos históricos sino también las leyendas en torno al personaje. Además quiere darle el tono romántico que suele tener este personaje. Tenemos que entender que no somos enemigos de nadie. Probablemente por mis venas aún corre la sangre de los que vivieron en Al Ándalus en aquella época.

La producción, dice, será demasiado cara y no serán suficientes las subvenciones. Necesita financiación de fuera. Aún queda mucho tiempo para poder sacar adelante este proyecto, pero Banderas parece más que dispuesto a sacarlo adelante.




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