Jornada de contrastes en Venecia. Guillermo Arriaga presentaba su ópera prima como realizador, The burning plain, mientras que el veterano Barbet Schroeder llegaba con Inju, la bête dans l'ombre, una cinta de suspense con Japón como escenario exótico y relevante. Pero mientras que la crítica ha aplaudido el film de Arriaga, la película de Schroeder ha sido abucheada de manera unánime.
Arriaga llegaba a la Mostra de la mano de dos de sus protagonistas, Kim Basinger y Charlize Theron. Con tan glamourosa compañía, todos los presentes querían comprobar cómo se las había ingeniado sin su hasta ahora colaborador más habitual, el realizador González Iñárritu.
Y el resultado parece haber satisfecho a la gran mayoría de la prensa especializada. Lo más llamativo, desde luego, es que Arriaga vuelve a emplear su célebre técnica de "deconstrucción del tiempo" que ya pudimos ver en otros filmes como Babel.
Schroeder, por su parte, quiso regalar a la audiencia de Venecia un thriller de suspense protagonizado, precisamente, por un escritor de novelas de suspense. Con Japón como escenario clave de gran parte de su metraje, el film ha acabado por recibir todo tipo de pitos, abucheos y pataletas por parte de los críticos desplazados a la Mostra.