Sorprendente la noticia que llega desde Japón. Las autoridades del país nipón han obligado a la distribuidora de Babel a colocar un anuncio en su página web, en las salas donde se proyecta y antes de que arranque la película, en el que adviertan que puede ser perjudicial para la salud.
El motivo, que al menos 15 espectadores han sufrido náuseas, vómitos o incluso ataques epilépticos viendo la película. La escena culpable de estas reacciones parece ser una en la que la actriz Rinko Kikuchi entra a una discóteca donde hay fuertes flashes de luces estroboscópicas.
Babel se ha proyectado ya en 40 países sin que haya tenido ningún problema del estilo. Sin embargo, Japón sí ha tenido más problemas similares a este, como fue el caso de la serie Pokemon hace unos años.