El Festival de Berlín recibió con una gran ovación, en inesperada reacción espontánea de la crítica especializada, la nueva película de Isabel Coixet, Elegy. Tanto Ben Kingsley como Penélope Cruz han enamorado al público berlinés, que también ha dispuesto todo tipo de alabanzas hacia el trabajo de Coixet, que adapta una novela de Philip Rott con guión de Nicholas Meyer.
Muy buena acogida ha tenido, también, Tropa de elite, de Jose Padilha, que perfila un retrato violento y sin tapujos de las favelas brasileñas y del sangriento enfrentamiento entre las fuerzas del orden y las bandas armadas que dominan estas zonas. La cinta ha llegado a Berlín envuelta en la polémica de si justifica de alguna manera la violencia con que se emplea la policía en las favelas. Sea como fuere, en el certamen germano la película ha sido muy bien recibida.
Quien ha ofrecido una nueva imagen, diferente a todo lo que hasta ahora se conocía de él, es Johnnie To. Acostumbrado a ofrecer películas de gangsters y policías con mucho fuego artificial, tiroteos y sangre, To ha sorprendido con una crónica cargada de un ligero sentido del humor acerca de cuatro pequeños delincuentes en la ciudad de Hong Kong. Su título: Sparrow.