Hasta el momento, Daniel Radcliffe había ganado 28 millones por todas las películas de la saga de Harry Potter. Pero parece que ha llegado el momento de apretar la tuerca a los productores. El joven actor, consciente de su situación de poder, pasará ahora a cobrar 50 millones de dólares por garantizar su presencia en las siguientes dos películas de la saga.
Aunque se desconoce si este salto cuantitativo afectará también a otros actores de la saga (no hasta los mismos números, pero veremos si al menos en diferente medida), de momento el protagonista parece más que satisfecho con su "aumento de sueldo", si bien destaca que en su posición los problemas económicos no existen y su preocupación es, más bien, que haya "buenos personajes y buenos directores". Ahora es el momento de comprobar si en esa descripción cuadra la última película, Harry Potter y la órden del Fénix.