Alex de la Iglesia ha llegado a Venecia con la que muchos califican ya como su película más arriesgada y frenética, Balada triste de trompeta. Curiosamente, la prensa española ha aplaudido al director bilbaíno, pero la prensa internacional ha quedado mucho más desconcertada.
Las primeras críticas nacionales reconocen que las referencias de nuestra propia cultura son tantas, y tan relevantes, en la cinta de De La Iglesia, que muchos de sus aspectos pueden resultar confusos para el público extranjero, que perderá el significado de muchos de los juegos y guiños.
En cualquier caso, lo que está claro es que Balada triste no ha recibido todavía ninguna reseña abiertamente negativa, y de hecho todos destacan la grandísima labor en la dirección de De La Iglesia. Veremos si se hace un hueco en el palmarés.
Por otra parte, otro destroyer ha llegado al Lido hoy: Joaquin Phoenix, siempre en el objetivo de la indiscreta cámara de Casey Affleck, es el protagonista real y absoluto de I'm still here, presunto documental que retrata su conversión a (algo parecido a un) rapero y, según aquellos que ya han podido ver la película, la más absoluta "autodestrucción".
Ante la polémica de si todo lo que muestra el documental es real o si todo es una pantomima perfectamente montada, algunos ya señalan que incluso en el segundo caso la recreación de Phoenix merecería aplauso por el desasosegante y espectacular resultado final del film.