El éxito de Buried le va a venir bien, sobre todo, a su director, Rodrigo Cortés, que aprovecha estos días el impulso de su película para cerrar su siguiente trabajo, que ya podemos confirmar que se rodará en Barcelona y Canadá. El título: Red lights.
El esquema de producción será parecido al de Buried, con idéntico equipo de producción, técnico y artístico detrás de la cámara, bajo el paraguas de la compañía Versus.
Pero es que, además, Cortés ha logrado ya fichar a Sigourney Weaver para protagonizar la película, junto a otro veterano de la gran pantalla: Robert De Niro. La trama, que no entraremos a desvelar, profundiza en temáticas parapsicológicas.
Fuente: El País