La nueva versión de Barbarella, película que en 1968 protagonizó Jane Fonda a las órdenes de Roger Vadim, podría quedar en nada si las encontradas opiniones que ahora separan a la Universal y al director contratado, Robert Rodriguez, no se solucionan.
La raiz del conflicto, según la fuente que se consulte, parece ser diferente. Por un lado, hay quien apunta a la protagonista elegida: curiosamente, la actual pareja sentimental de Rodriguez, la actriz Rose McGowan (ya trabajaron juntos en Grindhouse). Pero mientras algunos intuyen que la Universal no se fía del posible tirón comercial de la actriz, hay quien apunta que más bien es al realizaror chicano al que no le hace gracia que su pareja protagonice una película a la que se le presupone una carga erótica más que potente.
La tercera explicación la aporta el propio Robert Rodriguez, que asegura que McGowan no tiene nada que ver con las diferencias que mantiene con la Universal. Según el director de El mariachi, el único problema es el presupuesto; mientras que él planificaba ya una película de notables dimensiones, el estudio ha ido recortando los posibles gastos, reduciendo el presupuesto inicialmente previsto.
Habrá que esperar para comprobar si ambas partes consiguen llegar a un acuerdo; en caso negativo, lo más probable es que el proyecto siga adelante, aunque sea con retrasos y, eso sí, sin Rodriguez al frente.