Heath Ledger: leyenda y negocio

Con la inesperada muerte de Heath Ledger, a la Warner se le planteó un dilema moral de no poco calado: La campaña promocional de El caballero oscuro, la nueva película de Batman, basaba gran parte de su apuesta en la imagen del nuevo villano, el Joker interpretado por el actor australiano.

Con la trágica noticia, todo parecía apuntar a que la decisión de la Warner sería dar menos relevancia a la imagen del Joker en sucesivos materiales promocionales: spots, cartelería, etcétera. Sin embargo, el estudio finalmente optó por continuar con una campaña voluntariamente normalizada, evitando esquivar la imagen del actor. Es de agradecer que, igualmente, la Warner no aprovechó el fatal desenlace de Ledger para hacer negocio.

Al menos no en ese sentido. Lo que sí ha sabido explotar en la sombra el estudio es ese mercado de aparente segunda fila, el merchandising que rodea cada una de estas superproducciones. Es aquí donde se ha evidenciado el difuso aura de culto que la imagen del actor comienza a tener entre sus seguidores, que poco a poco comienza a mitificarle. Sabiéndolo, la Warner ha querido explotar las posibilidades sacando a la venta muñecos del Joker que, en apenas unas horas, se agotaron.

La cosa no termina aquí. El caballero oscuro promociona ahora su inminente estreno con la venta de camisetas que, de nuevo, apuestan más por el Joker que por el propio Batman. Finalmente, y como ya ha sucedido tristemente en otras ocasiones a lo largo de la historia del Cine y de otras artes, la figura de un artista cobra grado de celebridad e incluso leyenda con motivo de una muerte demasiado temprana.