Ian Mckellen, premio Donostia


23 de Septiembre de 2009
por Iñaki Ortiz

Ian McKellen entra en la sala sonriendo, con una camiseta que apoya la candidatura de Donostia como capital europea de la cultura para el 2016. Después descubriremos que se la ha puesto porque "estaba en la bolsa" y creía que era del festival de San Sebastián. Nos habla de lo que es para él ser actor, y de su vida y su carrera. "Lo único que he hecho en mi vida es interpretar lo mejor posible". "No siento que mi carrera se haya acabado".

Relativiza la importancia del autor "en la lista de cosas importantes de una película está muy abajo", y opina que se les da excesiva importancia a los actores "para lo que hacemos". "Se les alaba demasiado, se les da demasiados premios. Muchas veces tienen que hablar en público, cosa que no siempre es fácil, por una cuestión de marketing". Le encanta su trabajo y le cree que es una suerte que le paguen por ello. Considera que hay dos clases de actores, los confiados, que se muestran como son ellos mismos y que no queremos que sean diferentes (pone los ejemplos de Cary Grant, Hugh Grant o Humphrey Bogart); y por otro lado están los actores tímidos, entre los que se incluye. "Elegimos esta profesión no para mostrarnos sino para ocultarnos. Me gusta vestirme de otros personajes, e intento no repetir el mismo tipo de papel".

Se habla inevitablemente de su papel de Gandalf, y se comenta como Alec Guinness después de toda su carrera terminó siendo recordado por Obi-Wan Kenobi. "Gandalf es un personaje maravilloso, si se puede decir lo mismo del personaje de Alec Guinness en La guerra de las galaxias, no lo sé. Gandalf es un hombre bueno, un mago amable que hizo lo que pudo, que fue agresivo sólo cuando era necesario. No tengo ningún problema con eso, mejor ser asociado a Gandalf que a un personaje desagradable o violento. Soy un gran fan de Gandalf.

Habla de sus aspiraciones como actor. "Si el director está contento, yo estoy contento; si los críticos están contentos, yo estoy muy contento; si el público está contento, yo estoy extremadamente contento". Y plantea lo que le pide a un personaje, "No haber interpretado antes algo parecido, trabajar con un directo al que admiro, que haya presupuesto suficiente para hacer bien la película, que haya un buen equipo, que sea una película que me gustaría ver en el cine y que no esté seguro de si seré capaz de hacerlo".

Habla de su vida, de cuando era niño y sufría acoso de otros niños, "no todos los días, pero recibía palizas. Había algunos niños horribles". McKellen expresó públicamente su homosexualidad, incluso es un activista a favor de los derechos de los gays, y cuenta como cuando era joven apenas había información al respecto, "pensaba que era el único en el mundo, el cine sólo reflejaba la ignorancia de la sociedad. Si aparecía un gay en una película de Hollywood, tenía un final raro y se daba a entender que se lo merecía". Una de las razones de interesarse por el teatro estaba relacionada con su orientación sexual "Yo era raro, y pensé que en el teatro británico habría muchos desviados, y vaya que si los había... afortunadamente". Pero antes de eso se había planteado ser chef y luego periodista. Estando en Cambridge, recibió buenas críticas por su papel en una obra de la universidad. Le preguntaron si ya tenía agente y entonces se dio cuenta que podría trabajar en ello "¡Dios mío! ¡Soy suficientemente bueno como para poder ser profesional! Que alguien me aprobara fue un alivio". Ha procurado hacer varios trabajos sobre la homosexualidad, como por ejemplo, Dioses y Monstruos. "Quiero un mundo donde todo el mundo pueda ponerse en pie y ser honestos".

Sobre el trabajo del actor, dice no ser capaz de explicar su método "tendría que llenar un libro que no tengo intención de escribir". Sin embargo, cuando escucha a un compañero de profesión explicar el método encuentra puntos en común, como por ejemplo viendo la película Màscares, aquí en el festival, a su amigo José María Pou (que le entregará el premio esta noche) explicando el trabajo del actor. Considera que un actor no debe hacer un juicio del personaje. Y en relación a la diferencia entre grandes y pequeñas producciones, afirma que le es indiferente "soy yo y una cámara". Aunque le gustan más los trabajos independientes "se deben hacer".

Habla del cine europeo. "El resto del mundo no ve cine europeo y deberían avergonzarse". Entiende que el idioma es un problema "Nadie quiere ver una película subtitulada o doblada". Considera que es una suerte hablar el mismo idioma que Shakespeare y que los americanos. Le encanta como se cocina en San Sebastián. También resalta la parte de buena de que sea una ciudad pequeña, porque todos se vuelcan en el festival, es el evento principal. "Si fuera en Londres, habría otras cosas al mismo tiempo".

Sobre cuál es su personaje favorito de los que ha interpretado, responde que siempre el que esté interpretando en el momento y como ahora no interpreta ninguno, su personaje favorito es él mismo. Sobre lo que le gustaría interpretar, responde que a una mujer. "Ya lo he hecho antes, pero de forma caricaturesca. Es una pena que la mitad de los personajes estén escritos para mujeres y no los pueda interpretar. Llego tarde para Cleopatra, pero puedo hacer de madre o de abuela, quizá Meryl Streep puede interpretar a un hombre y podemos casarnos".




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