El realizador iraní Jafar Panahi, encarcelado por el gobierno de su país por su actitud contraria al regimen de Ahmadineyad, ha salido al fin de prisión tras pagar una fianza de 150.000 euros, y gracias a la muchísima presión ejercida desde distintos frentes.
Panahi estaba en huelga de hambre desde hace una semana, coincidiendo con el acto de protesta encabezado en Cannes por su compatriota Abbas Kiarostami. Entonces, el director iraní llevaba 77 días encarcelado y sin recibir asistencia letrada.
La cantidad pagada por su libertad es desobirtada en atención al sueldo medio en Irán. En cualquier caso, su liberación ha sido recibida como una gran noticia por la oposición al regimen y por la comunidad cinematográfica en general. Desde el gobierno iraní, tras confirmar la puesta en libertad, insisten en que su detención no se produjo "por ser un artista o por motivos políticos", sino por un delito específico que, sin embargo, no especifican.