La notica es así de simple y supondrá el despido de unos 80 trabajadores. Comprada ya desde hace unos años por la Disney, ahora la major ha decidido que Miramax, como tal, debe cerrar para siempre, y parte de su equipo será reutilizado para un departamento de la propia Disney que se centrará en producciones de gran calado digital.
Por el camino, el recuerdo de una productora controlada en su momento por los hermanos Weinstein y que dio luz a célebres títulos como Pulp fiction, Sexo, mentiras y cintas de vídeo, Clerks, El piano, El paciente inglés, El talento de Mr. Ripley o Juego de lágrimas. Sin embargo, con los años la gestión de la compañía se volvió errática y los gastos en aspectos como la promoción cara a las sucesivas ediciones de los Oscars, desorbitado.
Los hermanos Weinstein en aquellos años se buscaron tantos amigos (Kevin Smith o Tarantino les defienden con uñas y dientes) como acérrimos enemigos. Luego llegaría la venta de la compañía a Disney y, ahora sí, se puede decir que el resto es historia.
Actualmente, con la desaparición de la marca, la posibilidad de la compra de la misma podría estar en el aire pero su coste actual es desproporcionadamente alto, lo cual parece hacerlo inviable.