El director del film y presidente del Jurado, Paul Auster aparece con su hija Sophie (actriz en su película) y con Irène Jacob. También hay una representación de la producción, aunque el prometido Gerardo Herrero termina no apareciendo.
Se hacen muchas preguntas sobre las diferencias entre escribir y dirigir. Dice que es completamente diferente, que le gusta cambiar de vez en cuando. “Cuando escribes te pasas horas solo en una habitación sentado sobre tu culo mientras que dirigiendo estás de pie, con más gente”.
Recuerda que no es un novato en esto del cine. Ya ha dirigido dos películas y ha hecho el guión de otras. Dice que este camino ya lo ha recorrido antes y le gusta.
Se repiten incesantemente preguntas sobre las posibles influencias y referencias a otras películas. Desde el primer momento responde que no tenía en mente ninguna película pero se insiste. Admite similitudes con Swimming Pool pero dice no haberla visto hasta después de empezar la película. Ya era demasiado tarde.
Quería hacer una comedia, la idea surgió antes de los problemas de la guerra, Bush, etc. De todas maneras cree que en estos momentos es de gran utilidad algo de levedad.
Como presidente del jurado, le sorprendió la pasión del resto del jurado en la primera reunión que realizaron. En respuesta a preguntas maliciosas, asegura que todos están muy atentos a las películas. Cuando se le pide que critique su propia obra como jurado que es, nos recalca que la película está fuera de concurso y que somos nosotros quienes debemos hacerlo.
Opina que la dureza de los críticos literarios y los cinematográficos está a la par. Algunos críticos son gente enfadada, si quieres sacar cosas negativas de cualquier obra puedes hacerlo.
Confiesa que sigue utilizando la máquina de escribir, primero escribe a mano y después lo pasa a máquina.