Malditos bastardos se ha pasado esta mañana ante la prensa en Cannes, y la proyección ha finalizado con el aplauso general de la crítica.
Como casi siempre con Tarantino, las impresiones son dispares a pesar de que, en general, la película ha gustado. Entre los comentarios más favorables encontramos ya frases como "el mejor trabajo de Tarantino desde Pulp fiction"; o "la película de la Segunda Guerra Mundial que todos estábamos esperando".
Entre los peros que algunas reseñas ya subrayan encontramos apuntes sobre su vacuidad ("la propuesta más vacua a Concurso, aunque muy divertida") o sobre un exceso de diálogos. A este respecto sí hay que advertir que el copión de 2 horas y 40 minutos que se ha visto en Cannes no responderá a la versión final que podrá verse en salas comerciales, que será de 2 horas y 20 minutos, de lo que se deduce que Tarantino cortará seguramente algunas de esas secuencias.
Cara a la Palma de Oro, Tarantino se enfrenta a un problema evidente: La presidenta del Jurado es Isabelle Huppert, a la que el director ofreció un papel en esta película. Huppert lo rechazó tras leer el guión; se antoja complicado que ahora el resultado en pantalla de ese guión le convenza.
Por otra parte, el francés y veteranísimo (87 años) Alain Resnais ha sido el otor protagonista de la jornada. En la que es su cuarta participación en el Festival de Cannes, con Les Herbes Folles, inspirada en una novela de Christian Gailly, Resnais retrata unarelación amorosa entre lo ficticio y el misterio.
Si bien la crítica aplaude el inagotable esfuerzo creativo de Resnais, a pesar de su edad, la película no ha acabado de gustar.