La primera película de Ralph Fiennes como director, Coriolanus (muy libre adaptación de la pieza de Shakespeare) no ha gustado demasiado en la Berlinale. La cita llegaba entre ciertas expectativas, o quizá más bien curiosidad, pero finalmente no ha gustado demasiado.
Las primeras reseñas aplauden la fuerza de la puesta en escena, pero muchas la acusan de ser más bien un "panfleto político", y sorprende que algunas de las críticas hablen, también, de una floja interpretación por parte del propio Fiennes que, por supuesto, da vida al propio Coriolano.
Por lo demás, estos días puede verse también en Berlín el documental que Isabel Coixet ha filmado sobre la figura de Baltasar Garzón, y que está despertando mucho interés en el certamen germano.