La presencia del director francés François Ozon es toda una oportunidad. En la rueda de prensa del mediodía, Ozon, muy amable, sincero y voluntarioso, ha analizado más a fondo junto a los medios su último trabajo, Le refuge. Acompañado de la actriz principal, Isabelle Carré y el actor Louis-Ronan Choisy, la prensa comenzaba con el turno de las preguntas.
El pimer concepto que sale a relucir es el embarazo. En palabras de Ozon, reconoce que el embarazo no tiene que ser deseado, opina que es el medio del duelo. El galo opina que el refugio es la consecuencia de las dificultades, de las relaciones humanas y una historia de amor. El bebé acaba formando parte de esa historia. En seguida se pone sobre la mesa un análisis sobre las relaciones sexuales que mantienen los dos protagonistas, siendo uno de ellos homosexual. Ozon responde que da lo mismo, porque los dos personajes que necesitan cariño, se refugian cada uno en el otro y necesitan una identidad al lado. Representan un refugio humano.
Se cambia de tercio y surge la curiosidad del cuerpo de Isabelle Carré en la película. La actriz rodó la película estando embarazada de siete meses y después del parto se grabaron las escenas del principio de la película y las del final, lo cual le dieron a la actriz mucha tranquilidad, pues eran los más emotivos. Carré niega ser ella en el largometraje, el personaje lo inventó, reconociendo que se encontraba en un estado emocional bastante especial y cansada con el rodaje.
En la opinión de un periodista, la cinta tiene un formato clásico porque el final es previsible. El director francés contesta que su intención era acompañar al personaje en todo momento. Era de esperar comentar el tema de la droga. Ozon decidió una versión dura y real de la droga. Pero a la vez, de una manera poética. Él cuenta la historia, el público recibe esa historia y no tiene que ser atractiva. Quería esa dureza de la droga, porque no es ninguna broma, a la vez que mostrar la ternura de dos drogadictos que se aman. La droga es algo violento y es necesario mostrarlo. El director francés acentúa la idea de comprensión sobre la protagonista, pues no está preparada y gracias al encuentro con el hermano de Louis sale del peligro, sabiendo que él no le abandonaría. Sin embargo, insiste en que no hay que olviarse de ella porque volverá cuando esté preparada y el espectador no tiene que juzgarla.
En último lugar, el equipo de la película se ve optimista con el resultado ya que en Toronto tuvieron buena aceptación y aquí en San Sebastián esperan repetir.