La sala llena hasta los topes, sin duda este es el acontecimiento mediático de esta edición del festival de San Sebastián. Julia Roberts viene a presentar su última película, Come Reza Ama, y de paso a hablar del premio Donostia que va a recibir, ya que, según parece, no va a haber una rueda de prensa expresamente para ello como la ha habido hasta ahora siempre con anteriores premiados para hablar de su carrera con detenimiento.
Llega bastante tarde, aferrada al brazo
de Javier Bardem, uno de sus compañeros de reparto. Sin
dejarse ver demasiado para las fotos. Finalmente muestra su cotizada
sonrisa y comienza la rueda de prensa.
Precisamente se habla sobre esta
sonrisa, le parece curioso que a alguien se le aprecie por algo que
no es una destreza o que no se puede cultivar. Es una manera
curiosa de desglosarme en piezas. Forma parte de mí igual que
mis orejas o mis ojos o cualquier otra cosa.
Aunque ella quiere
escapar de este tipo de clasificaciones, lo cierto es que sus
compañeros se deshacen en elogios hacia su belleza, aunque también
en otros aspectos. Es una mujer excepcionalmente bella y una
profesional como la copa de un pino. No tiene miedo de arriesgar.
Además es muy divertida. Dice Bardem. El secundario Richard
Jenkins, que también asiste a la rueda de prensa asegura que una
de sus razones para entrar en el proyecto fue la presencia de la
estrella. Siempre la he admirado. El director, Ryan Murphy,
llega a decir: Todo el mundo la quiere. Es una fiesta del amor
cuando ella está en escena.
La película está
basada en experiencias autobiográficas de la escritora de la novela,
Elizabeth Gilbert, a la que interpreta la actriz. Es una
gran responsabilidad interpretar a un personaje real. Tienes más
material, sabes como son y como se mueven, no necesitas usar tanto la
imaginación. Pero, especialmente con Elisabeth Gilbert, que tiene
mucha inteligencia y mucho carisma, he querido buscar la propia
espontaneidad. Ella misma nos dijo que no sabe hacer películas así
que nos ha dejado hacerlo a nuestra manera, pude buscar de varias
fuentes. Tanto Richard Jenkins como Javier Bardem confiesan que
sus respectivos personajes reales les dieron permiso para hacerlo
como quisieran. El verdadero Felipe, -cuenta Bardem sobre su
personaje- estuve una tarde con él, me dijo que hiciera lo que
quisiera, que no tenía por qué ser fiel a la realidad. Era un tipo
muy inteligente, muy sensible y muy atractivo. Me pregunté por qué
me habían llamado a mí. Quise quedarme con la esencia del personaje
y lo que representa para Liz. Más allá del aspecto físico o del
comportamiento. El director asegura que para la escritora,
cuando vio la película, fue como ver un video casero. Eso muy
importante como realizador.
Según el director, Roberts ha estado
implicada en el guión casi desde el principio. Después del primer
borrador creyeron que debería participar del proceso creativo. Es
como una codierctora, porque es muy inteligente y tiene mucha
experiencia. La actriz ya conocía de antes el libro, de hecho,
se hizo con él a las dos semanas de publicarse.
En cuanto a recibir el premio, la
actriz dice estar emocionada, nerviosa y encantada de que Javier vaya
a estar con ella esa noche. Y hablando de su carrera, no cree que le
hayan encasillado. Navego y hago las cosas que me apetecen. He
tenido grandes oportunidades, he interpretados diferentes papeles.
Una periodista brasileña alaba el
acento que utiliza Bardem en la película aunque dice que tiene
cierto punto de Portugal, aunque habla como los brasileños en
inglés. El actor agradece el comentario, aunque asegura que con
quien practicó era brasileño y no portugués. Dice tener muchos
amigos en Brasil, donde estuvo dos meses perdido cuando tenía veinte
años. Tenéis muchas cosas. No tenéis la copa del mundo, la
tenemos nosotros.
Sobre proyectos futuros, Bardem habla
muy motivado de su próxima película con Javier con Terrence
Mallick. Estoy muy feliz, es un poeta, un humanista. No te puedo
decir de qué va, yo apenas sé de que va.