Un mínimo de 21 películas, esa es la cifra que se han marcado como objetivo los hermanos Weinstein tras crear un fondo de 285 millones de dólares en su The Weinstein Company, con la idea de destinarlo a la producción y distribución de películas creadas íntegramente en la industria asiática.
Además, cuentan con la participación como asesor activo de Quentin Tarantino, admirador confeso del cine oriental. Juntos, los ex-dirigentes de Miramax y el realizador de Grindhouse planean ya varios proyectos, de los cuales sólo se han anunciado dos o tres.
Concretamente, es casi seguro que una de estas películas sea un remake de Los siete samurais. Otro de los proyectos contempla la producción de al menos tres filmes dirigidos por Andrew Law, co director de Infernal affairs, la célebre trilogía en la que se basó la oscarizada Infiltrados, de Martin Scorsese.
Pero, sin duda, uno de los proyectos más queridos por Tarantino es la producción de una película de artes marciales que uniría, por primera vez, a dos de las estrellas de este género en Hong Kong: Jackie Chan y Jet Li. Su título, Forbidden Kingdom.