Quentin Tarantino venía en las últimas fechas conversando con varios de los estudios más potentes, tanteando cuál de ellos podría hacerse cargo finalmente del amplio prespuesto que demanda para su próxima película, Inglorious bastards. Los hermanos Weinstein son fijos en la producción de la película, pero ésta necesitaba de un socio más potente que, ahora, ya tiene: Universal ha dado el ok a Tarantino.
Ahora sí, el realizador de Pulp fiction podrá contar con los medios necesarios para estructurar su nuevo proyecto en dos partes, tal como ya hiciera con Kill Bill, sin necesidad de reducir por lo tanto su guión de más de 600 páginas.
Recordemos que, por otra parte, Tarantino podrá contar casi seguramente con Brad Pitt como uno de sus protagonistas y está tanteando a Leonardo di Caprio como otro posible cabeza de cartel.