Seguimos con la Semana. El domingo vimos It Follows. Su terror esencial y su forma impecable me han atrapado. Planos impecables y muy inteligentes, una pesadilla implacable y una mirada a nuestra forma de afrontar la muerte a través del sexo y del amor. Podéis leer más en mi crítica. El público inquieto de la Semana se revolvió bastante. Gritos de "Me abrurro" y mucha queja por sus escenas aparentemente inofensivas. En mi opinión, son claves para mostrar que el peligro acecha, pero claro, hay que tener paciencia.
La película de Takashi Miike, The Mole Song, arrancó risas y aplausos en sus primeros frenéticos 20 minutos, que tenían hasta una canción a coro. Luego, la película se vino abajo y el público también. Es un despropósito hacer una comedia loca japonesa y que dure más de 2 horas. Sobre todo cuando toma una deriva en la que todas las escenas tienen el mismo esquema.
También podéis ver el videoblog en el que comentamos los dos primeros días.
Pasemos al lunes. Teníamos la colección de cortos de animación. Suele ser uno de los puntos fuertes de la Semana, pero este año han estado algo flojos. Estoy un poco harto del respeto reverencial a ciertos autores. El modelo de Pickman se basa en un relato de Lovecraft, pero no es del todo una adaptación, es más bien lo que llamaríamos un "videolibro". Un narrador va soltando todo el texto y el animador lo pone en imágenes. No aporta demasiado. Estaba yo pensando lo habitual que es hacer eso también con Edgar Alla Poe, y la primera en la frente: el siguiente corto fue "El cuervo" de Poe. ¡Otra vez! Que lo han recreado hasta "Los Simpsons". Mismo esquema, texto en crudo e imágenes al son, bastante más flojas que las del anterior. Por favor, Nevermore!! Por supuesto, los gritos habituales de "¡viva Poe!".
Atmósfera interesante en un corto canadiense sobre un faro, Sale gueule, técnicamente muy bueno, pero visto y poco sorprendente. Invasion fue un refrescante corto de colores y música electrónica, como fruto de un viaje bestia de alguna droga sintética. Dans le joie et la bonne humeur puso la nota desquiciada, con un dcoumental especulativo sobre el futuro de una humanidad basada en la regeneración del cuerpo y su consiguiente degeneración. Una ida de olla, se agradece. Cruise Patrol, una extraña historia de elementos aparentemente incompatibles, que parecía animada por diseñadores gráficos. Tenía su punto. Pero sin duda, la que tenía un nivel superior era la eslovaca Pandy. Una reflexión sobre la evolución, pero también sobre el sentido de la vida, más honda de lo que pudiera parecer. Animado con estilo y con muy buena música. Espero que sea el ganador.
Terminamos
con Aux Yeux des Vivants.
Lo primero es comentar que en la puerta tuvimos una sorpresa. Los directores de uno de los episodios de VHS Viral, Aaron Moorhead (en la foto) y Justin Benson, viejos conocidos de la Semana, decidieron relevar a la organización y se dedicaron a entregar las papeletas para votar la película -afortunadamente no la suya, que la veremos el miércoles.
Antes de la película hubo un extraño corto de pastores que hablaban por silbidos y criaturas salvajes, Territoire. Sinceramente, no entendí nada, pero tenía algo.
Uno de sus dos directores de Aux Yeux des vivants se acercó a la Semana aprovechando que
venía solo desde Biarritz, Julien Maury. En el vídeo le vemos
animado bailando Romina y Albano, y con la juerga habitual que supone
la aparición de la traductora, Lurdes.
La película es algo decepcionante, especialmente porque esperábamos que fuera una de las grandes. Juega al cine de aventuras juveniles de los ochenta en USA, tipo Cuenta conmigo, pero lo mezcla con lo que realmente saben hacer: extremismo francés y terror oscuro. La mezcla no funciona en absoluto, queda como el agua y el aceite. Algunos momentos de tensión y cierta brutalidad me interesan. El resto, no demasiado. Mi crítica.